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Garzón, tranquilo ante la decisión del CGPJ sobre su suspensión

Reuters

El magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, cuya suspensión o no de sus funciones decide hoy viernes el Consejo General del Poder Judicial tras su acusación por presunta prevaricación por parte del Tribunal Supremo, ha manifestado estar tranquilo porque sabe que es inocente.

"Lo afronto con tranquilidad, con la tranquilidad que da saber que eres inocente", dijo el jueves por la noche a los periodistas ante la reunión del pleno del órgano de gobierno de los jueces que debe decidir si aparta cautelarmente al popular magistrado de su puesto al frente del juzgado número 5 de la Audiencia Nacional.

"Como hombre respetuoso con las leyes, sólo me queda asumir la decisión de mañana y continuar sin lugar a dudas ejerciendo mi defensa para que quede absolutamente claro cuál es la situación real", dijo al término de un acto en la Casa de América de Madrid.

En la misma reunión, el CGPJ abordará también la solicitud de permiso del juez para marcharse al Tribunal Penal Internacional de la Corte de Justicia de La Haya en calidad de consultor externo en tareas de asesoramiento e investigación de crímenes masivos.

El Tribunal Supremo ordenó el miércoles la apertura del juicio oral contra el juez Garzón, acusado de prevaricación por investigar los crímenes del franquismo a sabiendas de que no era competente para hacerlo, según el auto judicial.

La demanda contra Garzón, planteada por el sindicato Manos Limpias y por Falange Española -que posteriormente fue apartada por defectos de forma en su escrito de acusación-, dice que el juez abrió unas diligencias contra personas fallecidas, entre ellas el dictador Francisco Franco, sobre delitos que habían prescrito o habían sido amnistiados por la Ley de 1977.

La apertura de juicio oral, ordenada por el magistrado del Supremo Luciano Varela -a quien Garzón acusa de no ser imparcial-, fue decidida apenas un día después de que el magistrado de la Audiencia solicitara irse a trabajar durante siete meses a la fiscalía del Tribunal Penal Internacional.

De autorizársele ese traslado, el juez evitaría la suspensión temporal de un puesto en el que lleva más de 20 años y, de ser exculpado, podría volver a la Audiencia Nacional una vez concluida su excedencia.

Además de la causa del franquismo, Garzón tiene abiertas otras dos en el Tribunal Supremo: una por ingresos que percibió del banco Santander durante una estancia docente en Nueva York y otra por ordenar escuchar las conversaciones entre los abogados de una trama de corrupción.

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