Este artículo se publicó hace 17 años.
Gescartera sacó 1.205 millones por Bankinter, que cesó el negocio por las exigencias de la ley
Gescartera desvió fondos presuntamente de los clientes por más de 1.205 millones de pesetas (7,24 millones de euros) entre 1996 y 1999, a través de una cuenta global de valores que tenía en Bankinter, entidad financiera que cesó su relación con esta sociedad al aumentar los requisitos legales.
Así se puso hoy de manifiesto, tras la declaración como testigos de María Esther Cubillas Rodríguez e Ignacio Núñez Núñez, directora e interventor, respectivamente, de la sucursal 32 de Bankinter en el madrileño Paseo de la Castellana, en la que Gescartera era "el mejor cliente".
Según las acusaciones, Bankinter llegó a abrir 699 cuentas a nombre de los clientes de Gescartera, quienes nutrían de fondos a la "cuenta global" 0128-0062-44-010374011, para aparentar la existencia de operaciones en bolsa y facilitar, además, la disposición de estos fondos por parte de los apoderados de Gescartera, principalmente, Antonio Camacho y José María Ruiz de la Serna.
Desde esta cuenta, según los documentos que figuran en el sumario, se efectuaron, a partir del 1 de enero de 1998, en esta sucursal trasferencias netas por 980,96 millones de pesetas a otra cuenta de Bankinter cuyo titular era BC Fisconsulting -sociedad ligada a Camacho-, junto a otros desde la cuenta de Gescartera a la de esta última sociedad por otros 224,96 millones de pesetas.
En la sesión de hoy, las preguntas del fiscal se dirigieron a averiguar si los directivos de esta sucursal de Bankinter conocieron la finalidad ilícita de tales traspasos, a lo que María Esther Cubillas Rodríguez contestó que asignaban las operaciones "siguiendo las instrucciones del cliente" y, más concreto, de los apoderados de Gescartera.
Incluso el fiscal exhibió un documento en el que una cuenta, abierta a nombre de Camacho y el sacerdote de Cuenca Teodoro Bonilla, acumuló una deuda de 792 millones de pesetas (4,76 millones de pesetas), aunque la directora de la sucursal lo atribuyó a un "descubierto contable" de un día, a partir de operaciones intradía.
Según las acusaciones, para esta operativa, hubiera o no fondos en estas cuentas individualizadas, era suficiente la existencia de fondos en la cuenta global para la liquidación de operaciones, pero Bankinter, en abril de 1999, exigió ya autorización de los clientes para la apertura de cuentas; requisito que llevó a los apoderados de Gescartera a traspasar las cuentas a la entidad Deutsche Bank.
También las acusaciones preguntaron a los responsables de Bankinter sobre varios documentos que la sociedad gestora de carteras utilizó para ocultar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores "la ilícita disposición de fondos de los clientes con el consiguiente desfase patrimonial" de más de 4.500 millones de pesetas en 1998 (27,04 millones de euros).
En concreto, Bankinter llegó a emitir, en diciembre de 1998, un certificado sobre "los saldos de las cuentas afectas a gestión de patrimonios de Gescartera Dinero SGC SA" de once clientes inspeccionados por la CNMV, por un saldo total de 1.266.672.944 pesetas (7,61 millones de euros).
"Nosotros no podíamos individualizar esto, conformamos un saldo global; pero no podíamos comprobar el saldo de cada cliente", concretó la directora de la sucursal de Bankinter, cuyos documentos disuadieron a los inspectores de la CNMV pues se aparentaba una operativa bursátil y unos saldos suficientes de los clientes.
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