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Las gestiones se extienden a Argelia

Zapatero intenta preservar la relación con Marruecos

G. L. A. / M. J. G. / J. R.

El caso Haidar es cada vez más el caso Sáhara. Y, en consecuencia, 'un asunto de la comunidad internacional'. Así lo entiende al menos el Gobierno español que, tras fracasar en una solución bilateral con Marruecos, ha ampliado las gestiones diplomáticas a Argelia, aliado histórico del Frente Polisario.

José Luis Rodríguez Zapatero rechazó ayer que, como afirmó Mariano Rajoy, el Ejecutivo haya 'arrojado la toalla'. 'El Gobierno ha venido trabajando desde el primer momento, con toda su capacidad, dentro de los límites. El Gobierno puede hacer lo que está a su alcance y no puede hacer lo que no está a su alcance', dijo.

No obstante, reconoció que es 'una situación nada fácil' y que el objetivo es encontrar 'una solución razonable, pensando por supuesto en la persona de Haidar'. Pero, incluso así, volvió a descartar la intervención del rey, que mantiene relaciones privilegiadas con Mohamed VI de Marruecos: 'Este asunto, que es difícil, no debemos trasladarlo a ninguna otra instancia. Dejemos trabajar al Gobierno, que es lo razonable y lo lógico'.

Zapatero, durante una breve rueda de prensa a su llegada a los actos de conmemoración de la Constitución, rechazó que el caso Haidar pueda provocar un deterioro de las relaciones bilaterales con Marruecos. 'Una de las prioridades de la política exterior es mantener una buena relación con todos los vecinos. A veces surgen dificultades, pero debe prevalecer lo que representa el interés general', subrayó.

Desde Marruecos, según informa Europa Press, el ex secretario de Interior y alto cargo del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), Fuad Ali El Hima, afirmó que España 'debe hacer una elección: seguir al lado de un país como Marruecos, que ha demostrado su capacidad de controlar los peligros a los que se enfrentaba (inmigración clandestina, tráfico de drogas y terrorismo extremista), o ponerse del lado de una región (el Sáhara Occidental), con los riesgos que eso implicaría para el futuro de España y de la Unión Europea'.

No obstante, el Gobierno español seguirá buscando aliados para hacer cambiar de opinión a Marruecos. Una ocasión para ello será la reunión mensual que esta semana celebran en Bruselas los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, cuya agenda incluye la revisión de las relaciones con Marruecos.

Ante el empeoramiento de la salud de Haidar, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, se mostró partidario de su alimentación forzada: 'La obligación de las instituciones públicas es preservar lo más importante que tiene la señora Haidar, que es su vida'.

El coordinador federal de IU, Cayo Lara, envió una durísima carta a Zapatero, en la que le expresa su 'perplejidad e indignación' por la 'incompetencia' del Gobierno. Lara reprocha al presidente que consintiera la 'ilegalidad' de la entrada de la saharaui en España. El líder de IU exige al jefe del Ejecutivo que actúe ya y no deje morir a Haidar, pues de ese 'atropello' sería Marruecos responsable y el Ejecutivo español, un 'cómplice necesario'. 

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