La muestra, que permanecerá hasta el 21 de febrero de 2011 en LABoral Centro de Arte y Creación Industrial (Gijón), busca redimensionar la percepción del mundo cotidiano de los visitantes. Ha sido concebida para estimular un recorrido contemplativo, introduciendo al espectador en el centro mismo de la experiencia artística; un viaje que es una inmersión en otra dimensión perceptiva que activa lo físico, lo sensual y lo cerebral.

Cada pieza ha sido seleccionada por su capacidad para provocar una reflexión sobre la relación entre el hombre y las cosas, según ha destacado la presidenta de la Thyssen-Bornemisza Art Contemporany, Francesca de Habsburgo-Lorena, hija del Barón Thyssen.

El mismo título de la muestra, Pasajes, hace referencia a los numerosos umbrales que una persona cruza durante la vida. A lo largo del paseo los visitantes se topan con un muro reconstruido cuyas piezas bailan en el aire, distintos retratos robot de una misma persona, instalaciones compuestas por cortinas y vídeos que escenifican la opresión del asfalto.

Si tradicionalmente el arte ha puesto el foco en la simple capacidad visual, los artistas de nuestro tiempo se orientan más hacia una descomposición de los paradigmas del sujeto vidente y del objeto de la percepción. Al explorar nuevas formas perceptivas que entretejen lo real con lo virtual, dan lugar a unas experiencias estimulantes que desatan lo imprevisto y lo impredecible.

Vivimos ahora inmersos en procesos de aceleración, intentándonos adaptar a las nuevas tecnologías, al cambio y a la innovación. Y si nuestra experiencia del mundo se encuentra cada vez más mediada, nuestro sentido de lo real se ve distorsionado por los flujos de información -de imágenes, textos o sonidos- que nos llegan de manera continua a través de todo tipo de dispositivos en red.

No basta ya una observación detenida del mundo. El arte debe establecer una nueva dimensión narrativa que combine con libertad la realidad y la ficción: una especie de realidad expandida.

La exposición, que incluye talleres para fomentar la participación ciudadana, contiene obras de Murizio Cattelan, Florian Hecker, Olafur Eliasson, Carten Höller, Sergio Prego y Pipilotti Rist, entre otros.

Francesca de Habsburgo ha destacado la capacidad de LABoral para actuar como un 'laboratorio de proporciones gigantescas' en el que experimentar con sus piezas y entablar un diálogo.