Este artículo se publicó hace 15 años.
El giro del caso Marta pone en duda la versión policial
La nueva confesión de Miguel excluye la manta, el coche y el traslado al río
Los últimos giros del caso Marta del Castillo amenazan con desmontar gran parte del relato del crimen que la Policía dio por "contrastado" y "verificado" cuando los cuatro detenidos estaban ya encarcelados, o bien en un centro de menores, caso de J. G. M., de 15 años, alias El Cuco.
El uso de un cenicero como arma y de una manta para envolver el cuerpo o el traslado del cadáver en un coche hasta el río Guadalquivir son elementos de la versión oficial que quedan muy tocados después de las últimas confesiones de Miguel Carcaño, de 19 años, principal inculpado por la muerte de la chica. Múltiples averiguaciones siguen en pie y ofrecen un hilo sólido, como la sangre hallada en la ropa de Miguel y en el lugar del crimen, donde hay ADN del principal inculpado y del menor. "Pero hay cosas que están en el límite o a punto de caer", afirman fuentes del caso.
El 20 de febrero, un día después de que el juez encarcelase a Javier Delgado (hermano de Miguel), comparecieron en la Jefatura Provincial Juan José López Garzón, delegado del Gobierno en Andalucía; Faustino Valdés, subdelegado en Sevilla, y mandos policiales. Enrique Álvarez Riestra, jefe de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, tomó la palabra para glosar una investigación "de libro". Su relato, sostenido en confesiones policiales y "pruebas científicas irrefutables", era el siguiente: Miguel mató a Marta de un golpe con un cenicero en su cuarto del piso de León XIII y telefoneó desde una cabina a Samuel Benítez, de 19 años, y al Cuco, que acudieron en el coche de la madre de este. En el vehículo trasladaron el cuerpo al puente de Camas y lo arrojaron al río, mientras Javier limpiaba las huellas en la casa.
A la hipótesis del río, Álvarez Riestra le daba un "99,9%" de crédito, porque todos salvo Javier, que siempre negó saber nada, coincidían. Las defensas de Samuel y Javier han reiterado que fueron confesiones "dirigidas", que partían de una versión inicial de Miguel que ahora ha tumbado, abriendo nuevas preguntas. ¿Qué pasa con Samuel, que dijo a la Policía que llevó el cuerpo en coche al río, si al final aparece en el vertedero? ¿Por qué inculparse en falso de un delito tan grave?
Las últimas confesiones de Miguel, el único que admite su implicación después de que Samuel y el menor se retractaran, son distintas. Dice que él y El Cuco amenazaron a Marta con una navaja, la ataron, la violaron, la estrangularon con un cable y la tiraron a un contenedor. Miguel volvió el martes a exculpar a su hermano e hizo lo mismo, por primera vez, con Samuel.
Que la Policía halle la navaja ahora examinada en busca de ADN y que Miguel se inculpe de violación son hechos que aumentan el crédito de esta versión. El juez le ha dado validez, al menos parcial, al ordenar la búsqueda de Marta en el vertedero de Alcalá de Guadaíra .
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