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Glen Keane, el hombre que salvó a Disney dibujando una sirenita

EFE

El animador estadounidense Glen Keane, quien resucitó a la Disney al crear "La Sirenita", retoma en animación digital en 3D los rasgos de sus más conocidas heroínas en "Enredados", donde su princesa protagonista, Rapunzel, emparenta con Ariel porque "cada era en la animación de Disney empieza con un cuento de hadas".

"Blancanieves abrió la época dorada. Luego en los setenta empezó la cuesta abajo, y a finales de los ochenta hicimos 'La Sirenita', que alumbró el renacimiento y un nuevo periodo de éxitos. Creo que 'Enredados', a su vez, va a marcar época", explica a Efe en una entrevista a propósito de este nuevo filme, que se estrena en España el próximo viernes.

Glen Keane (Abington, Pensilvania, 1954), gurú de la animación contemporánea que entró en Disney en 1974 y debutó creando al ratón Bernardo de "Los rescatadores", se define a sí mismo como "un actor con un lápiz" y no puede parar de dibujar incluso mientras concede esta entrevista.

"Pienso y actúo a través de mis dibujos", asegura quien considera que el único truco es "dejar que la propia película de diga lo que quiere ser. A la hora de diseñar un personaje es lo mismo: el personaje se revela a sí mismo", y así le sucedió con la Bestia, con Aladdin o Pocahontas.

Con "Enredados", Keane -que había permanecido en labores de producción desde 2002- vive el tercer gran cambio de la empresa del mago de Burbank: la animación digital estereoscópica.

El animador ya pasó por la crisis de los años ochenta que, con títulos como "Basil, el ratón superdetective" o "Oliver y su pandilla", puso en tela de juicio si la animación había perdido su sentido.

Pero entonces llegó la reinterpretación del cuento de Hans Christian Andersen "La sirenita", armada con la partitura musical de Alan Menken, espectaculares secuencias "bajo el mar" y sentido del humor actualizado y se hizo el milagro: un renacimiento que culminó con la primera nominación al Óscar a la mejor película por parte de una película de animación como "La Bella y la Bestia".

"Mi personaje favorito tendría que decir que es 'La Sirenita'. Pero tanto Ariel como Rapunzel me encantan, porque lo imposible es posible, que tienen un deseo que arde en su corazón".

En "Enredados" se suman los factores: no sólo Glen Keane se ha encargado de un personaje con su indudable marca personal, sino que Alan Menken vuelve a poner música y letras -y vuelve a optar al Óscar por el tema "I See the Light"- pero también está detrás de la película John Lasseter, el mago de la animación digital.

Keane reconoce que ante la revolución del ordenador tuvo sus reticencias. "Hay dos cosas intuitivas que hago cuando dibujo que son difíciles de medir y que son muy difíciles de dibujarlas en un ordenador", explicó, pero la tecnología ya ha conseguido que se pueda, de alguna manera, dibujar sobre la pantalla como sobre el papel.

Para la Rapunzel de "Enredados", a pesar de que todos los grandes esfuerzos se depositaron el diseño de su kilométrica y polivalente melena, Keane apostó por los detalles de su expresión. "Hay cosas que influyen en la expresión, en la actitud: sus pestañas, por ejemplo, demuestran que esta chica no es una víctima, lo cual era muy importante para mí", explica.

Keane disfruta con el método de trabajo en el cine de animación, que es uno de los pocos géneros que dedica años a la creación de sus películas; por ejemplo, el animador explica que inició su trabajo en "Enredados" en 1996, "cuando estaba trabajando en 'Tarzán' y 'El Planeta del Tesoro, y en 2002 empecé a dedicarle todo mi tiempo".

Y aunque en el mundo de la industria cinematográfica, los métodos de Disney son conocidos como "la dictadura de Mouseolini", Keane alaba su concepción de trabajo colectivo.

"Disney tiene una manera que nadie más tiene de hacer los filmes de animación. Es un trabajo de equipo, donde cada persona que participa en la película la cambia un poco", argumenta.

"El propio Walt Disney era un artista que atrajo a artistas mejores que él para hacer sus películas. En Japón, en cambio, Hayao Miyazaki (autor de cintas como "El viaje de Chihiro") sí es un dictador, en cierto sentido, que controla cada pequeña parte de la película", concluye.

Mateo Sancho Cardiel.

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