Este artículo se publicó hace 16 años.
GM y Chrysler se acercan a las ayudas, según fuentes
Por Poornima Gupta y Kevin Krolicki
General Motors y Chrysler lograron importantes avances en la noche del jueves sobre un acuerdo para conseguir préstamos de emergencia dentro de un paquete de ayudas del Gobierno de Estados Unidos, según fuentes cercanas a las negociaciones.
El paquete estaría sujeto a una reestructuración completa de las automovilísticas.
El Gobierno podría anunciar el viernes los préstamos federales de emergencia para las dos empresas, según las fuentes, que no estaban autorizadas para discutir las conversaciones.
Tanto GM como Chrysler se han visto obligadas a paralizar plantas y despedir a miles de trabajadores en un intento por reunir dinero, y han advertido que sin la ayuda federal se arriesgan a la bancarrota.
El paquete de ayudas ha sido patrocinado por la Casa Blanca y exigiría la reestructuración de ambas automovilísticas, buscando nuevas concesiones de prestamistas y sindicatos, indicaron dos personas informadas sobre las negociaciones.
GM y Chrysler no han hecho comentarios sobre las charlas con el Gobierno de Bush, que se han extendido durante la última semana después del fracaso en el Senado de un intento por apoyar a la industria.
Uno de los puntos que queda por resolver es dónde dejaría el préstamo de emergencia federal a Chrysler, considerada como la más débil del sector en Estados Unidos.
El consejero delegado de Chrysler, Bob Nardelli, dijo el mes pasado que para sobrevivir, la automovilística necesita tanto préstamos apoyados por los contribuyentes como una alianza con uno o más fabricantes de vehículos.
Nardelli dijo hace poco que las automovilísticas podrían reestructurarse para surgir como un único competidor, pero la mayoría de los analistas se muestran escépticos ante esa posibilidad debido a la fuerte dependencia de Chrysler en el deprimido mercado estadounidense y a su incapacidad para financiar nuevos programas de desarrollo de vehículos.
Cerberus Capital Management, la empresa privada que compró el 80 por ciento de Chrysler a Daimler AG, ha pedido a sus asesores que estudien varias opciones para la tercera automovilística de Estados Unidos, incluida la venta de sus activos más valiosos, entre ellos la marca Jeep.
GM y Chrysler han dicho que la solicitud de bancarrota no es la opción que recomiendan, debido al riesgo de que aleje a los consumidores de las marcas.
Además, las conocidas como "las tres grandes de Detroit" han advertido que la quiebra de una podría afectar a las entregas de suministros y poner en peligro a las otras dos porque comparten a los proveedores de piezas.
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