El Consejo de Ministros dará hoy el visto bueno al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2008, las últimas cuentas de esta legislatura, que llegarán al Congreso el martes e iniciarán su debate hasta su aprobación definitiva en diciembre.

Un debate que se prevé más duro que en otras ocasiones debido a la cercanía de la cita electoral -los comicios generales serán previsiblemente en marzo de 2008- y a las demandas que los grupos, susceptibles de apoyar al Ejecutivo, mantendrán en estos meses, desde el aumento de las partidas sociales hasta el compromiso inversor con Cataluña. Los presupuestos de 2008 seguirán, según el Gobierno, la misma línea que los de este año, centrados en el gasto social, con especial atención a la dependencia, y el productivo, para mantener el dinamismo económico.

Sin embargo, antes de conocerse, las cuentas del año que viene ya han sido tildadas de electoralistas, sobre todo en estos últimos días en los que el Gobierno ha presentado iniciativas de impacto como el nuevo Plan de Vivienda, que fomenta el alquiler entre los jóvenes y también deberá ser incluido en el presupuesto.

Campaña volcada en lo económico

Además, el debate presupuestario va a producirse en un contexto en el que la contienda política se ha volcado en la economía, sobre todo desde que los mercados financieros internacionales, incluido el español, afrontaran los efectos de la crisis hipotecaria estadounidense. El encargado de presentar hoy los presupuestos, el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, ha tenido que explicar en las últimas semanas que la 'incertidumbre' económica a la que se refirió al hablar de la volatilidad financiera no significa que la economía española camine hacia la recesión, pues sigue creciendo con fuerza aunque de forma más moderada.

No obstante, desde la oposición se ha insistido en que el análisis de Solbes no coincidía con el 'triunfalismo' del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y del resto del Gobierno, como tampoco era igual su visión sobre la viabilidad de medidas como el citado Plan de Vivienda o el de Salud Bucodental infantil, además de la ayuda de 2.500 euros por cada nuevo hijo.

Una y otra vez, el ministro de Economía y Hacienda ha tratado de zanjar estas cuestiones comprometiéndose a que todas las nuevas iniciativas anunciadas contarán con su respectiva partida presupuestaria en el texto que hoy aprueba el Consejo de Ministros.

A partir del martes, día en que los presupuestos llegan al Congreso, el Gobierno y el partido socialista deberán negociar con sus potenciales socios para lograr el apoyo a las cuentas, y la primera misión es evitar que prospere en la Cámara Baja alguna enmienda a la totalidad.

Más enmiendas a la totalidad

Junto a la enmienda a la totalidad más previsible, la del PP, aún hay partidos que no han descartado presentar la suya, como los catalanes, a pesar de que la Generalitat y el Gobierno ya han llegado a un acuerdo sobre las inversiones en infraestructuras que esta Comunidad recibirá en cumplimiento del Estatut, de 4.021 millones de euros, 826 millones más de los previstos inicialmente.

Tanto CiU como ERC e IU-ICV han valorado el acuerdo y lo consideran un avance ante las negociaciones, aunque esperarán a ver el contenido de las cuentas para decidir si cumplen con otras de sus demandas de carácter económico y social.

El Gobierno sí espera contar con el apoyo el PNV y del BNG, que han mostrado su disposición inicial, así como de buena parte de los diputados del Grupo Mixto. En cualquier caso, la aritmética parlamentaria y las diferencias políticas hacen difícil que prospere cualquier enmienda a la totalidad. Así, la del PP no contaría con otros apoyos y aunque este grupo votase a favor de otras peticiones de devolución no sumarían los votos necesarios frente al rechazo del PSOE y el voto contrario o abstención de los demás.

Los Presupuestos Generales del Estado para 2008 se han elaborado con un techo de gasto no financiero de 152.560 millones de euros, el 6,7 por ciento más que este año y una previsión de ingresos de 156.837 millones, del 7 por ciento más.