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El Gobierno belga presenta su dimisión por el asunto Fortis

Reuters

El Gobierno belga presentó el viernes su dimisión después de que un alto tribunal hallara indicios de que había tratado de influir en una sentencia sobre el atribulado banco Fortis.

"(El primer ministro belga Ives) Leterme puso la propuesta (de dimisión) ante el gabinete y estuvieron de acuerdo", dijo el portavoz de Leterme Peter Poulussen en una conversación telefónica.

Según la Constitución, el rey Alberto debe decidir si acepta la dimisión. En julio, Leterme había ofrecido su dimisión después de no conseguir acabar con un estancamiento político entre los grupos lingüísticos del país, pero el Rey la rechazó.

El portavoz de Leterme declinó decir cuándo acudiría el primer ministro ante el Rey en esta ocasión.

Observadores han asegurado que el próximo paso sería una reorganización del gabinete sin Leterme o elecciones adelantadas, una opción que pocos querrían en el partido del Gobierno entre una profundización de la crisis económica y con la debacle de Fortis en la cabeza de los votantes.

"Tendremos que ver cómo aseguramos la estabilidad en nuestro país, la estabilidad política que no tenemos en estos momentos. Espero que al menos encontremos una manera de manejar las cosas en 2009", dijo el ministro de Finanzas, Didier Reynders, a la televisión belga.

Leterme ha estado bajo presión para dimitir por las acusaciones de que su oficina había tratado de influir en una sentencia del Tribunal de Apelaciones que la semana pasada congeló la división de Fortis.

Previamente, un informe muy esperado del Tribunal Supremo de Bélgica no apuntó específicamente a Leterme, pero concluyó: "Todo lo anterior (en el informe) por supuesto no aporta (...) pruebas legales de un intento de interferir en el poder judicial, pero sin duda hay indicios sin duda significativos que apuntan en esa dirección".

Leterme ha negado influir en el Tribunal de Apelaciones, aunque reconoció que uno de sus oficiales había contactado con el marido de una de las jueces en varias ocasiones.

Fortis fue vendido por los gobiernos holandés, belga y luxemburgués, y la francesa BNP Paribas compró las operaciones belgas después de que una inyección de 11.200 millones de euros no consiguiera calmar las preocupaciones de los inversores.

Los accionistas iniciaron acciones legales, y la victoria del tribunal ha acabado con los planes de rescate del Gobierno.

Han visto caer sus acciones caer desde casi 30 euros en abril de 2007, cuando Fortis lanzó su oferta destinada al fracaso por su rival ABN AMRO, hasta poco más de un euro ahora.

una demanda clave de los partidos flamencos que hablan holandés.

Este altercado provocó especulaciones de que el país de 178 años de antigüedad podría escindirse.

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