El Gobierno estudia segregar las dos actividades que mantienen en estos momentos Red Eléctrica y Enagás, privatizando y manteniendo cotizadas sus redes de transporte de alta tensión y gas, y fusionando la operación de las redes en un ente público, según publicó el martes Cinco Días, que cita fuentes cercanas al ejecutivo.

Las acciones de ambas empresas reaccionaban con descensos en bolsa. En un mercado alcista, una hora después de la apertura los títulos de Red Eléctrica se dejaban un 3,7 por ciento mientras que las de Enagás retrocedían un 2,5 por ciento.

"Esta noticia crea incertidumbre y vuelve a rescatar el tema del riesgo regulatorio en un panorama de recesión, con un descenso de la demanda de energía y el profit warning de E.ON esta mañana, lo que reduce el atractivo de estos valores como defensivos", explicó un operador de bolsa.

El diario indicó que la fusión de la operación de redes permitiría aprovechar las sinergias derivadas de un uso cada vez mayor del gas en la producción de electricidad.

No había nadie disponible en el Ministerio de Industria para comentar la noticia.

El organismo público SEPI tiene un 20 por ciento en REE y un 5 por ciento en Enagás y ambas empresas están protegidas por la limitación de las participaciones de inversores al 5 por ciento, por lo que la privatización total convertiría a los dos grupos en más vulnerables a opas, según añadió el diario.

El plan podría ser aprobado este viernes o el siguiente en el Consejo de Ministros dentro de un paquete más amplio de medidas para el sector energético, algunas relacionadas con las negociaciones para poner freno al déficit de tarifa.