El primer ministro francés, François Fillons, afirmó hoy que no tolerará que el banco Société Générale (SG), debilitado por un presunto fraude que le ha costado 4.900 millones de euros, sea objeto de acciones hostiles por parte de otras entidades.

"El Gobierno está muy atento a todos los riesgos de desestabilización de SG" y no permitirá que el banco "sea objeto de acciones hostiles por parte de otros establecimientos bancarios", aseguró Fillon.

Aunque recordó que SG es una entidad privada, Fillon señaló que la "primera" responsabilidad del Ejecutivo es "pensar en sus 130.000 asalariados y en sus clientes", lo que, según él, justifica la atención del Gobierno.

En cuanto a las medidas de control adicionales que se deben tomar tras el caso de la SG, Fillon aseguró que hay que esperar a conocer los resultados de la investigación judicial para saber cuales han sido las disfunciones.

"A partir de esta investigación judicial podremos proponer reglamentaciones nuevas y un refuerzo de los controles" en todos los bancos, señaló el jefe del Ejecutivo.

La ministra de Economía, Christine Lagarde, indicó hoy que entregará a Fillon el próximo lunes el informe sobre el desarrollo de los hechos en el banco que éste le había solicitado en un plazo de ocho días.

En un comunicado, Lagarde indicó que también entregarán "una primera apreciación de la forma en la que los controles internos del banco funcionaron".

"El informe también incluirá recomendaciones sobre el refuerzo de los controles internos y externos de este tipo de operaciones", señaló.

Lagarde desmintió conocer los problemas del banco antes de que el presidente de la entidad, Daniel Bouton, le informara por teléfono en la mañana del pasado día 24.

SG reveló ese día que había sido objeto de un fraude por parte de un operador de mercados que burló los controles informáticos para especular más de lo que le estaba autorizado, una trama que costó a la entidad algo menos de 4.900 millones de euros.