Este artículo se publicó hace 14 años.
El Gobierno profundiza su giro hacia los mercados
Quiere evitar la contaminación potencial con Grecia, que paga ahora su deuda pública a unos tipos muy elevados
Quizá la anécdota más instructiva para comprender el nuevo curso de acción del Gobierno de Zapatero sea la de Bill Clinton, tras su elección en noviembre de 1992. Es 7 de enero de 1993. El presidente electo tiene dos semanas para su discursoinaugural. Se reúne con sus asesores económicos. El nuevo director de presupuesto, Leon Panetta, afirma que el déficit está fuera de control. El profesor Alain Blinder explica que si se anuncia un plan ambicioso de recorte del déficit, la Reserva Federal baja los tipos a corto plazo y los inversores en bonos del Tesoro se calman, tendrá lugar una caída de los tipos de interés a largo plazo. "Pero después de diez años de trampas, el mercado de bonos probablemente no responda". El rostro de Clinton se pone rojo. "¿Me quieres decir que el éxito del programa y de mi reelección depende de la Reserva Federal y de una panda de jodidos traficantes de bonos?". Finalmente, Clinton asume una fuerte reducción del déficit.
El primer viraje de Zapatero tuvo lugar a la vuelta de las vacaciones del verano pasado, con la subida de impuestos y el recorte del déficit, algo sorprendente en medio de una depresión económica. El segundo viraje acaba de tener lugar el pasado viernes, con la propuesta de reforma de las pensiones.
El primer viraje de Zapatero tuvo lugar con la subida de impuestos
Esta vez la operación ha sido sincronizada. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, dio el primer paso el lunes 25 de enero. Corbacho anticipó por primera vez cifras redondas sobre el paro registrado. Esos datos, que se conocerán mañana, incrementarían el paro, según dijo, en unos 100.000 parados, más cerca de los 132.000 de enero de 2008 que de los 198.000 de enero de 2009. Esto significará que el paro registrado ascenderá a unos 4,1 millones, aproximándose a los más de 4,3 millones que la EPA finalmente ha certificado al cierre del 31 de diciembre de 2009.
La ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, por su parte, ya sabía a comienzos de semana que el déficit de las administraciones públicas se había disparado al 11,4% del Producto Interior Bruto en 2009, dos puntos más que lo estimado recientemente.
Estos dos datos en el contexto de una semana en el que los "jodidos traficantes de bonos" han hecho insufrible la existencia a Grecia, país al que están haciendo pagar por su deuda pública los tipos más altos de los últimos años, y ante la amenaza de una degradación del rating por parte de las agencias de calificación, llevaron al Ministerio de Economía y Hacienda a preparar un periplo por varias capitales para explicar los planes del gobierno, en línea con la "seriedad" y "responsabilidad" que Zapatero prometió en el Foro Económico de Davos.
Economía explicó sus planes en la UE ante la amenaza de que el rating bajara
El Ministerio de Economía y Hacienda elaboraba este plan B desde hacía un par de meses con Zapatero al frente. El 2 de diciembre, al presentar el plan de economía sostenible en el Congreso, Zapatero habló de incentivar el retraso de la jubilación. Elena Salgado participó ese mismo día en el Ecofin, que hizo recomendaciones a varios países para reformar su sistema de pensiones. Según explicó la ministra, en el caso de España se trataba de una "indicación". Dijo que "lo razonable es que la vida laboral también crezca". Preguntada por si existía una edad concreta, respondió: "No, no. Todos los países van de manera progresiva. Hace muy pocos días, Holanda ha establecido 67 años como edad teórica de jubilación. Nosotros no hemos establecido en este momento una edad límite".
Pero en este periodo, el ministro de Trabajo y el secretario de Estado de Seguridad Social bregaban por otra salida. El 10 de diciembre, Granado dijo: "Nosotros preferimos reducir las diferencias entre los que se jubilan demasiado precozmente y mantener la edad de jubilación en los 65 años". Corbacho, por su parte, expresó idéntica posición el pasado 9 de enero, cuando dijo que el Ejecutivo "no contempla alargar la edad de jubilación más allá de 65 años".
El Boletín Semanal de Noticias que envía el Ministerio de Trabajo por correo a los diputados miembros de la comisión de política social y empleo decía, en el número 252, del 16 al 22 de enero, lo siguiente: "El Gobierno ha descartado retrasar la edad legal de jubilación y estimular la continuidad en el trabajo acercando la edad real a la legal".
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