Este artículo se publicó hace 14 años.
El Gobierno y la oposición de nuevo enfrentados por la renuncia del titular del Banco Central
La decisión del Gobierno argentino de no aceptar la inesperada renuncia de Martín Redrado a la presidencia del Banco Central, tras un intenso y prolongado conflicto, desató una nueva polémica entre el oficialismo y la oposición.
Después de haber resistido en el cargo durante tres semanas, a pesar de los continuos ataques del Ejecutivo por negarse a habilitar el uso de reservas monetarias para el pago de deudas soberanas, Redrado renunció anoche en conferencia de prensa, sin esperar a que la comisión bicameral que estudia la remoción eleve su dictamen, lo que está previsto para el martes.
El Gobierno de Cristina Fernández insiste en no aceptar la renuncia de Redrado y va a esperar a que la comisión se pronuncie.
"No podemos ni debemos aceptar la renuncia", aseguró hoy en declaraciones a Radio 10 el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, después de haber afirmado anoche que para ellos "la renuncia no existe. Debería haberla presentado antes y no después de haber sometido a los argentinos a este sainete, a este mamarracho".
"Redrado no le puede tomar el pelo al Congreso Nacional después de dos días de exponer en la comisión bicameral", apuntó hoy en declaraciones a la agencia estatal Télam el presidente del bloque de diputados del oficialismo, Agustín Rossi.
Para la opositora Margarita Stolbizer, jefa del bloque de diputados nacionales del GEN (Generación para un Encuentro Nacional), esta situación es como un "divorcio escandaloso" que implica hacer pasar al país por "un papelón inexplicable", opinó hoy en declaraciones a Radio Mitre.
"Esto puede marcar una forma de Gobierno para los próximos dos años, van a querer gobernar con decretos de necesidad y urgencia con un cámara que se los reglamente. Hay que ser muy cuidadoso porque esta gente quiere atropellar contra todo lo institucional", advirtió.
El diputado Gustavo Ferrari, del opositor Peronismo Federal, también afirmó hoy que después de que "el país estuvo sumido en un conflicto que lleva casi dos meses, sería interesante para todos conocer cuál es la opinión (de la comisión) de acuerdo a los testimonios que tomaron y el descargo oficial de Redrado".
"Si no, queda la sensación de que estuvimos discutiendo sobre un tema que al fin terminó con una renuncia", agregó.
El titular del principal partido de la oposición, la Unión Cívica Radical, el senador Ernesto Sanz, calificó de "chiquilinada" que el Ejecutivo se niegue a aceptar la dimisión de Redrado.
La diputada Elisa Carrió, titular de la Coalición Cívica, apoyó las declaraciones de Redrado, que al renunciar explicó que se ha llegado a esta situación de tensión "por el permanente avasallamiento de las instituciones que hace el Gobierno".
"Efectivamente, hubo un atropello institucional sin precedentes", aseguró Carrió.
Por su parte, el ministro argentino de Economía, Amado Boudou, manifestó que a partir de la renuncia "van a volver a subir los bonos, vamos a seguir acumulando reservas", por lo que van a seguir trabajando y "Martín Redrado que siga haciendo teatro", criticó.
Boudou hizo también hincapié en la importancia de que la comisión bicameral se expida "porque se va a demostrar el mal desempeño y el incumplimiento de los deberes de funcionario público de Redrado".
El conflicto se desató cuando Cristina Fernández destituyó a Redrado el pasado 7 de enero por decreto sin previa consulta a la comisión parlamentaria, como exige la Carta Orgánica del Banco Central.
La razón de la destitución fue la negativa de Redrado a permitir el uso de 6.569 millones de dólares provenientes de reservas monetarias para la constitución del denominado Fondo del Bicentenario, destinado al pago de deudas soberanas y creado por decreto presidencial a mediados de diciembre.
Ante la crisis desatada, que derivó en una maraña judicial, la mandataria decidió la pasada semana pedir el consejo no vinculante sobre la destitución a una comisión integrada por el diputado oficialista Gustavo Marconato, por Alfonso Prat Gay, de la opositora Coalición Cívica, y por el titular del Senado y vicepresidente argentino, Julio Cobos, enemistado con el Gobierno desde 2008.
Después de escuchar las posiciones de Boudou, del hasta este miércoles procurador del Tesoro, Osvaldo Guglielmino; del presidente provisional del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y del propio Redrado, la comisión anunció ayer que esperaba poder elevar su dictamen el próximo martes.
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