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Golpe de Del Rivero al retornar a Sacyr

El destituido presidente vuelve a sentarse en el consejo, aunque la nueva cúpula le quita a sus aliados

SUSANA R. ARENES

Batalla sin sangre pero enconada en la constructora Sacyr. El depuesto presidente Luis del Rivero dio un golpe de mano este martes al retornar al consejo de administración de la empresa utilizando una estrategia que la nueva cúpula no abortó.

Del Rivero, como segundo accionista de Sacyr, usó su potestad de cambiar a uno de los dos representantes que tiene en el consejo por el 12,6% que posee en la constructora y se designó a sí mismo como vocal.

Esto fue posible porque esos dos sillones en el consejo, nominalmente, son de las dos sociedades a través de las que Del Rivero tiene su participación y puede designar a quien quiera como vocal. Como el pasado 20 de octubre fue destituido como presidente por su frente opositor, ahora en el mando, Del Rivero perdió uno de sus tres sillones. Desde el martes se sienta en uno de los dos que le quedan y también cambió al otro representante para nombrar a Ángel López-Corona, un exejecutivo de Novacaixagalicia que quiso apoyarle en el consejo pero al que las cajas accionistas quitaron de en medio.

Pese a su estocada, han conseguido quitarle sus apoyos más directos  Según fuentes próximas a la empresa, la vuelta de Del Rivero al consejo menos de un mes después de su salida es visto como algo 'normal' desde la nueva cúpula de la constructora. Esta está capitaneada por Demetrio Carceller (dueño de la petrolera Disa y de la cervecera Damm) y el inversor Juan Abelló, a los que Manuel Manrique, ex número dos de Del Rivero y ahora flamante presidente, dio su apoyo.

Sin embargo, pese a su estocada del martes, Del Rivero se queda aislado porque Carceller, Abelló y Manrique han logrado quitarle sus apoyos más directos. Por un lado, han sumado a su frente al que fue cofundador de Sacyr con Del Rivero, José Manuel Loureda. Su aspiración de que José Manuel Loureda junior ascienda a la cúpula puede ser una de las razones, apuntan fuentes conocedoras del conflicto. Por otro lado, el empresario constructor José Moreno, que compró un 5% de Sacyr para apoyar a Del Rivero, se quedó ayer fuera de la comisión ejecutiva, que es la que de verdad manda en la empresa.

Del Rivero estará informado al minuto de los pasos que dará la nueva Sacyr, lo que le servirá, temen en la empresa, para jugar sus cartas. La constructora aún tiene que resolver el conflicto con Repsol, en la que es primer accionista, porque la petrolera instó a romper la alianza que Del Rivero acordó con la petrolera mexicana Pemex para ganar poder. De momento, Del Rivero no se va del Consejo de Repsol. Pero lo más acuciante para Sacyr es lograr que los bancos le refinancien el crédito de 4.900 millones por la compra del 20% de Repsol.

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