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La asesina de la presidenta de la Diputación de León decidió matarla al saber que ésta seguiría en el cargo

Montserrat González ha asegurado en su declaración que disparó a Isabel Carrasco porque estaba convencida de que la víctima iba a seguir haciéndole "la vida imposible" a su primogénita.

Montserrat González, acusada de la muerte de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, durante su declaración. EFE

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LEÓN.- Montserrat González, la acusada de disparar contra la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, decidió acabar con la vida de la dirigente del PP cuando constató que iba a seguir en ese cargo, porque el presidente del partido, Mariano Rajoy, no accedió a que la sustituyera Javier García Prieto.

González lo ha confesado en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de León por ese crimen y ha dicho que, cuando Rajoy se negó a que García Prieto sustituyera a Carrasco, tomó la decisión.

Estas declaraciones se producen después de que esta mañana la defensa de dos de las acusadas, haya atribuido el origen del crimen al acoso sexual que la víctima sometió a la segunda de las acusadas y la animadversión posterior de la regidora a raíz de verse rechazada.

Así, la acusada disparó a la que fuera presidenta porque estaba convencida de que la víctima iba a seguir haciéndole "la vida imposible" a su primogénita.

"Decidí que la iba a matar", ha recalcado Montserrat González, quien ha roto en llanto en algún momento de su declaración, como cuando ha reconocido que su hija sufría depresiones y que se fue a vivir con ella prácticamente toda la semana, porque no quería que le pasara como a una amiga de Gijón y a otros conocidos, que se suicidaron.

Más de una oportunidad para asesinar

Así lo ha declarado Montserrat González, señalando que tuvo varias oportunidades para haber matado a la presidenta de la Diputación de León antes del 12 de mayo de 2014, y ha insistido en que ni ella misma sabía que iba a hacerlo ese día cuando salió de su casa.

Ha explicado que al ver a Isabel Carrasco cerca de su casa presintió que finalmente iba a hacerlo ese día y que instantes antes de cometer el crimen llamó a su hija, Triana Martínez, y le dijo que todo se iba a acabar, aunque no le dio más explicaciones.

Visiblemente nerviosa y por momentos confusa en sus explicaciones, ha explicado que compró el arma homicida en las navidades de 2012 en Gijón por 2.000 euros, y que hasta el día del crimen salió muchas veces de su casa con el revólver para ver si se encontraba con Isabel Carrasco y que había tenido alguna oportunidad de acabar con su vida.

Cuando llamó a su hija, al notarla nerviosa, Triana Martínez le preguntó qué le pasaba y le conminó a que no hiciera nada y esperara su llegada, aunque Montserrat González le colgó el teléfono, según ha reconocido ante el tribunal.

También ha explicado que cuando compró el arma le enseñó a dispararla la persona que se la vendió en el mercado negro, y ha admitido que sabía que si llegaba a utilizarla lo haría "de cerca".

Sobre el momento en que abatió a Isabel Carrasco en una pasarela peatonal sobre el río Bernesga ha precisado que la siguió hasta que no había ninguna persona cerca y que la disparó por la espalda sin saber dónde le había dado.

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