Este artículo se publicó hace 15 años.
Greenpeace denuncia que Garoña podría haber sufrido una fuga
La central nuclear burgalesa funciona a media potencia, pero la empresa propietaria asegura que todo estaba programado
Greenpeace ha asegurado hoy en un comunicado que la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) está funcionando a media potencia desde la madrugada del ayer porque ha sufrido una posible fuga por la rotura de un elemento de combustible.
Un portavoz de Nuclenor, la empresa propietaria de la central, ha asegurado que la bajada de potencia estaba programa y no es un suceso notificable al Consejo de Seguridad Nuclear. Greenpeace, por su parte, ha informado de que se han puesto en contacto con la sala de emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear.
Ésta ni les ha confirmado ni desmentido esta incidencia y su responsable se ha limitado a decir que la instalación está llevando a cabo "reestructuraciones de las barras de control". Añade que precisamente ese es el proceso "habitual en caso de fuga para tratar de encontrar cuál es la varilla o varillas de combustible que sufre la fuga".
Según este colectivo, este tipo de fallos supone un "problema grave de seguridad", al afectar al combustible nuclear que alberga la vasija del reactor, ya que es donde se produce la fisión nuclear. Una anomalía en estos elementos provoca un aumento de liberación de radiactividad al circuito primario, que finalmente "puede redundar en un incremento de los niveles de radiactividad emitidos al medio ambiente exterior".
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