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Greenpeace "tapa" el Algarrobico para pedir su demolición

Reuters

Una tela verde de 18.000 metros cuadrados ha sido el método usado por Greenpeace para hacer "desaparecer" el hotel de El Algarrobico en pleno Parque Natural del Cabo de Gata, en protesta por la pasividad del Ministerio de Medio Ambiente para paralizar su expropiación.

Setenta activistas de la organización ecologista comenzaron a "tapar" el hotel levantado en una playa virgen del parque ubicado en la localidad almeriense de Carboneras, de 411 habitaciones y más de 20 plantas, construido a sólo 14 metros de la ribera del mar.

Entretanto, varios escaladores colgaron una pancarta de 370 metros cuadrados en la que podía leerse "Parque natural sin hotel ilegal", mientras desde el mar, dos zodiacs de la organización mostraban banderas con el mismo lema.

Greenpeace denuncia la actitud del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino por permitir que el hotel siga en pie

"A pesar de todas las sentencias sobre la ilegalidad del hotel de El Algarrobico, el Ministerio que se supone debe defender el medio ambiente ha decidido paralizar la recuperación de los 100 primeros metros de playa", dijo Pilar Marcos, responsable de la Campaña de Costas de Greenpeace, en una nota publicada en la página web de la organización.

Desde el Ministerio, se asegura que no se está retrasando ningún proceso en relación con el hotel y destacó que el pasado septiembre el Juzgado número 2 de Almería dictó una sentencia en la que admitió indicios de nulidad en la licencia de obras del edificio concedida por el Ayuntamiento de Carboneras.

La sentencia ha sido recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, según el Ministerio, que resaltó además que la Abogacía del Estado aconsejó en un informe desistir del procedimiento de expropiación mientras no se resuelva la posible nulidad de la licencia.

"La Abogacía del Estado, en sus fundamentos jurídicos, considera que ante esta circunstancia, mantener la potestad expropiatoria sería un claro ejemplo de ineficacia de la actividad administrativa y de ineficiencia en la gestión de los fondos públicos", sostuvo el Ministerio en un comunicado.

Medio Ambiente insistió en dejar clara su voluntad para colaborar con la Junta de Andalucía en la demolición del hotel en cuanto haya culminado el procedimiento judicial.

Greenpeace culpa también a la Junta de Andalucía de que el edificio siga en pie en un parque natural declarado patrimonio de la biosfera por la UNESCO.

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