Este artículo se publicó hace 13 años.
El grifo también se cierra en otros países de la UE
España no es el único país europeo que recorta las primas a la energía fotovoltaica
España no es el único país europeo que recorta las primas a la energía fotovoltaica. El Senado de la República Checa debate estos días implantar un gravamen del 26% durante tres años sobre la energía facturada por todas las plantas (también las que ya están en marcha), salvo las que estén sobre cubiertas de edificios y tengan menos de 30 kilovatios de potencia.
El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, ha calificado de "inaceptables" las medidas adoptadas por España y Chequia, que en 2010 vivió un boom solar (su potencia instalada se cuadruplicó) similar al experimentado en España en 2008. Fuentes de la Comisión Europea reconocen, no obstante, que la UE sólo marca a los países miembros las directrices en materia de energías renovables a largo plazo, y que es competencia de los gobiernos cómo logran esos objetivos.
En Francia, se ha introducido una moratoria de la que sólo están excluidas las instalaciones más pequeñas, mientras que Alemania (que ha vuelto a arrebatar a España el liderazgo mundial por potencia fotovoltaica instalada) ha acordado con el sector una reducción de las primas de entre el 3% y el 15% si este año se superan los 7,5 gigavatios de potencia instalada. La propia industria solar alemana reconoce que el sector está recibiendo primas demasiado elevadas.
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