Este artículo se publicó hace 14 años.
Griñán asume el control del PSOE tras meses de roces
José Antonio Griñán culminará este viernes su ascenso al poder al asumir el liderazgo del PSOE andaluz, la mayor federación del partido. Todos los pronósticos coinciden en que el presidente del Gobierno andaluz será elegido líder regional de los socialistas por una abrumadora mayoría de los 514 delegados del congreso, convocado de forma extraordinaria para calmar las urgencias de Griñán por ostentar no sólo el poder institucional, sino también el orgánico.
Griñán fue elegido jefe del Ejecutivo en abril y desde verano empezó a expresar su deseo de acabar cuanto antes con la situación de bicefalia que suponía que el mando del partido lo mantuviese Manuel Chaves, al que ya había sucedido en la Casa Rosa. Tras múltiples dimes y diretes y varias escenas de desconcierto, Chaves y Griñán acordaron en noviembre la celebración de este congreso antes del verano de este año. El adelanto final a marzo responde a las prisas del presidente y a la evidencia de que los desajustes internos acaparaban en la prensa una portada tras otra, todo ello con el PP en alza en los sondeos.
El congreso se celebra entre este viernes y este sábado en el Palacio de Congresos de Sevilla. Griñán será elegido este viernes secretario general. La jornada será también clave para decidir la nueva ejecutiva. El presidente quiere reducirla de 22 a la mitad, aproximadamente, y que sus integrantes trabajen para la misma "con dedicación exclusiva", lo que aparta a alcaldes, presidentes de diputación y secretarios provinciales del PSOE, explicó este jueves Rafael Velasco, actual secretario de Organización, que se perfila como número dos en la nueva dirección.
Equilibrio territorial
Velasco adelantó este jueves que en la formación de la nueva ejecutiva los equilibrios territoriales (que Chaves respetaba casi obsesivamente) "no serán una nota determinante". "Andalucía no es la suma ocho provincias, es un proyecto global", afirmó.
Griñán tiene prestigio en el partido por su labor institucional, pero carece de conocimiento profundo de los resortes de la organización.
Dirigentes y responsables socialistas consultados por Público dan por seguro que el congreso saldrá bien y será un espaldarazo para Griñán, sobre todo porque el partido no puede permitirse otra cosa en plena crisis económica.
Pero también temen que Griñán, que ha dado muestras de un carácter político imprevisible, carezca del temple y la prudencia necesarias para liderar una organización compleja con ocho agrupaciones provinciales con ambiciones propias.
La batalla de Sevilla
La batalla interna desencadenada en Sevilla después de que Griñán anunciara el 3 de marzo que el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, no optará a la reelección ha deslucido los prolegómenos del congreso. El propio Monteseirín y el secretario provincial del PSOE, José Antonio Viera, pugnan desde ese día por designar un sustituto.
Todos los dirigentes y responsables socialistas consultados por Público coinciden en que Griñán no calculó el terremoto que iban a ocasionar sus palabras y se preguntan qué ha ganado el presidente levantando esa liebre.
Sevilla suma un quinto de los delegados (con voto secreto) que elegirán a Griñán. Eso da a Viera, presidente del congreso para más señas, una posición de fuerza, ya que Griñán no puede permitirse desairarlo pese a que en privado ha comentado que la opción más razonable para ser candidato le parece Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, delfín de Monteseirín.
No obstante, en el partido nadie asegurar que Griñán, menos previsible que Chaves, mantenga hasta el final su apoyo a la opción Celis.
Viera quiere ser él mismo alcalde, o situar a alguien de su confianza.
Cuarto secretario general
A sus 63 años, José Antonio Griñán será el cuarto secretario general del PSOE andaluz tras José Rodríguez de la Borbolla (1977-1988), Carlos Sanjuán (1988-1994) y Manuel Chaves (1994-2010). "La despedida es relativa, porque todos vamos a seguir en el partido", dijo este jueves Chaves antes de la última reunión de la actual ejecutiva regional.
Griñán llega al cargo sin haber ocupado antes ninguna otra responsabilidad orgánica. Ha sido ministro del Gobierno, vicepresidente segundo y consejero de la Junta y diputado nacional y autonómico.
Su relevo se produce tras 11 meses con él como presidente de la Junta y Chaves como secretario general. La anterior situación de bicefalia se produjo entre 1990 y 1994, con Chaves como presidente y el guerrista Sanjuán en el partido, lo que ocasionó una grave fractura en el PSOE andaluz.
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