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Griñán le birla a IU su rostro más mediático

ÁNGEL MUNÁRRIZ

En un sorprendente golpe de efecto, el nuevo presidente andaluz, José Antonio Griñán, incorporó ayer a su Gobierno a Rosa Aguilar, una de las dirigentes de Izquierda Unida con mayor tirón mediático y su única alcaldesa en una capital de provincia, Córdoba. Aguilar aceptó ayer dirigir la Consejería de Obras Públicas, a la que llega como independiente, ya que su decisión supone su automática salida de la federación, que recibió su espantada respetándola en el plano personal y reprobándola con toda firmeza ética y políticamente. Las grandes corrientes de IU, casi siempre discrepantes, se pusieron de acuerdo esta vez.

La regidora, que en las municipales de 2008 había sufrido un retroceso electoral de 6 puntos y 14.000 votos que había dejado al PP a un concejal de la mayoría absoluta, afirmó ayer que se marcha porque comparte el proyecto político de Griñán, defensor de un modelo de economía social de mercado. “En su discurso son cuestiones esenciales lo social, la igualdad, la educación y la obra pública contra la crisis”, dijo ayer Aguilar durante una rueda de prensa en Córdoba acompañada de gran parte de su equipo de gobierno, informa Rafael Villegas. Preguntada por su posible falta de compromiso con Córdoba y con sus votantes, Aguilar respondió: “El voto me ha dicho que esa llamada debía ser atendida porque puedo hacer mucho por Córdoba en la Junta”. El PP andaluz anunció que mandará a la Comisión Antitransfuguismo un informe del caso.

Coqueteos con el adversario

Su salida supone la culminación de una escalada de guiños al PSOE que dura años. Los rumores sobre su salida a un ministerio o a una consejería siempre han estado ahí. Pero ella siempre respondía al respecto que su compromiso era con la Alcaldía.

Cofrade, defensora de la Monarquía parlamentaria como modelo de Estado y tertuliana fija en la SER, José Bono la calificó una vez como “una de los nuestros”. Sus encontronazos con el PCA –que la expulsó por no pagar las cuotas– eran casi semanales. Su sintonía con la dirección regional, nula. Iba por libre. Tras las últimas generales, admitió que había votado a una candidata del PSOE al Senado, Maribel Flores, para exasperación de sus correligionarios. El liderazgo de Cayo Lara, del PCE, acentuó su incomodidad, que no siempre se molestaba en disimular en sus declaraciones. La elección de su amigo Griñán, parlamentario por Córdoba, como presidente andaluz le inspiró encendidos elogios. “Andalucía está en buenas manos”, dijo del mismo Griñán al que el Grupo Parlamentario de IU tacha de neoliberal, continuista y agotado.

Dolor y rabia

La salida Aguilar causó dolor y rabia en la dirección de IU, informa Juanma Romero. “Una puñalada”, “una putada”, “decepción”, “quiebra ética”. Calificativos semejantes fueron utilizados contra Aguilar por dirigentes de IU de todas las familias. Todos desembocaban en un sustantivo, la traición, sobre todo sentida en las espaldas de IU Abierta, el sector gasparista que tanto había luchado por preservar el carácter casi divino de la regidora, cuya lograda imagen a nivel nacional contrasta con su declive político en Córdoba.

“Es intelectualmente imposible trabajar para IU de forma honesta y sincera y al día siguiente trabajar de igual forma para el PSOE”, relataba con amargura Eberhard Grosske, responsable de Política Municipal. Con igual tristeza se expresó Gaspar Llamazares, que admitió haber intentado disuadirla a última hora. Sus ex compañeros respetan la decisión, pero piensan que Aguilar se ha comportado de forma “egoísta”, dejando la Alcaldía en bandeja al PP. Ha dolido también que no lo consultase. Sólo contactó con el coordinador provincial, Curro Martínez, y el regional, Diego Valderas. A Cayo Lara, que ayer reaccionó con frialdad, le dejó un mensaje de voz.

Portavoz de la pinza

El PSOE recibió la operación con las filas prietas y apelando en público al perfil socialdemócrata de Aguilar. Algunos dirigentes, que admiten la vistosidad del fichaje, mantienen en privado reservas sobre el encaje de Aguilar en el proyecto y recuerdan que fue una de las portavoces más “cañeras” de IU contra Felipe González en los años de la pinza. Otros se preguntan qué le habrán prometido para el futuro.

Los numerosos pactos entre las dos fuerzas de izquierdas en Andalucía, que conforman gobiernos en coalición en ciudades como Sevilla, Córdoba o Jaén, entre otras, no corren peligro, según todas las fuentes.

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