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Guerra de insensatez

'In The Loop', que llega hoy a los cines españoles, satiriza los prolegómenos del conflicto de Irak y retoma la tradición de la mejor comedia política británica

SARA BRITO

Que la cadena de mentiras que llevaron en 2003 a la Guerra de Irak fue una antología del disparate de consecuencias atroces es algo que pocos dudan hoy. Ahora bien, tras ver In the Loop, la parodia política que ha arrasado en Reino Unido y que se estrena hoy en España, el absurdo de la realpolitik se instala otra vez entre nosotros. Lo hace en la forma de una brillante sátira, construida como una comedia de enredo con grises asesores políticos como protagonistas.

El padre de la criatura, Armando Iannucci, deja claro de antemano que este no es un retrato de los prolegómenos de aquella invasión. 'Quería que la película fuera contemporánea y universal, no una declamación de lo que pasó hace seis años. Mi intención era más bien ilustrar lo que ocurre todo el tiempo. Esa es también la razón por la que nunca vemos en la película a los presidentes de EEUU ni de Reino Unido, sino que nos centramos en los consejeros que están en la sombra, gente que siempre estará ahí', aclara.

In the Loop cuenta las semanas previas a una guerra con demasiados parecidos a la de Irak. Washington y Reino Unido han acordado lanzarse a la ofensiva militar en un país del Medio Oriente, pero necesitan evidencias. Ni el general estadounidense Miller (James Gandolfini) ni Simon Foster, un torpísimo secretario de Estado británico para el desarrollo internacional (Tom Hollander) apoyan la ofensiva. Pero, los aires de grandeza de Foster le juegan una mala pasada cuando respalda accidentalmente la acción militar en horario de máxima audiencia. Una frase desafortunada ('La guerra es imprevisible') le granjeará amigos en Washington, pero además desencadenará una disparatada sucesión de acontecimientos y discursos huecos que acabará con una guerra a las puertas.

'Mucha gente me dice que sale asustada de la sala'

'A pesar de que estamos en la era de la proliferación de medios de comunicación, los políticos, paradójicamente, dicen cada vez menos. Usan un lenguaje abstracto que no dice nada', admite Iannuci, un director escocés desconocido en España, pero considerado en Reino Unido como uno de los más agudos creadores televisivos. 'También es cierto', añade, 'que los medios escrutinan a los políticos en busca del error de turno, que estará en las portadas al día siguiente'. Al final, reconoce: 'Este es un filme sobre la capacidad del ser humano de meter la pata, de cometer errores de terribles consecuencias', admite.

La película tiene un ritmo feroz, unos diálogos brillantes muchas veces improvisados por los actores y una puesta en escena eficaz. El uso de la cámara en mano y el estilo pseudodocumental sirven para dotar de verismo a la sucesión de estupideces que vemos en la pantalla. 'Quise hacer una película realista para que el espectador creyera que está viendo algo a lo que no tiene acceso, algo que supuestamente no debería ver', admite el director. No en balde, cuando In the Loop se estrenó en EEUU, Ianucci hizo una sesión privada para algunos de los burócratas de Washington que le habían asesorado para la película. 'Se rieron mucho, pero al final reconocieron que así es cómo funcionan las cosas. Lo lamentamos, dijeron.'

'Este es un filme sobre la capacidad del ser humano para meter la pata'

Iannucci conoce bien de lo que habla. A los 12 años pasaba el tiempo leyendo los Papeles de Hansard, nombre por el que se conocen las actas del Parlamento británico. Aquella extraña afición de adolescente encaja con el perfil de un tipo apasionado por las bambalinas de la política de su país. Él es, junto a los guionistas Jesse Armstrong y Simon Blackwell, el cerebro detrás de la serie The Thick of it, de la que In the Loop es un pariente cercano.

De hecho, a la serie se debe no sólo el estilo, el tema y el ritmo del filme, sino el personaje del director de comunicación de Downing Street Malcolm Tucker, interpretado por el enorme Peter Capaldi. Tucker es a In the Loop lo que el Coronel Landa es a Malditos bastardos, de Tarantino: el protagonista absoluto por obra y gracia de su hiperbólico uso del lenguaje (particularmente de la palabra fuck, en el caso de Tucker). Es el personaje que roba la escena a todo el que comparta plano con él.

In the Loop constata otra realidad o moda en este periodo: buena parte de lo mejor del cine viene ahora de la televisión. 'Vivimos en una época interesante. Las distinciones entre lo que es televisión o cine se están disolviendo. A la gente no le importa qué es qué. Se habla más de contenidos que de formatos', argumenta Iannuci.

Volviendo a In the Loop, no olvidemos que después de las risas, viene el miedo. La película comparte con la gloriosa Teléfono rojo volamos hacia Moscú, de Kubrick, el tono negro, la sátira despiadada y la sensación al salir del cine de que lo que hemos visto es gracioso sí, pero tristemente gracioso.

'Mucha gente me dice que sale del cine asustada', admite el director. No es para menos. ¿Realmente estamos en manos de tal atajo de inconscientes? Iannucci precisa: 'Los políticos no tienen tiempo para pensar lo que van a decir. Sus palabras pueden tener consecuencias terribles. Hemos llegado al punto en política en que está mal visto pensar. Reflexionar no es bueno, debes hablar y actuar', se lamenta. Conclusión: sálvese quién pueda.

Sátira
A Armando Iannucci lo llaman “el brazo duro de la sátira política”. El mote no se lo ha ganado sólo con su ópera prima, ‘In the Loop’, ganadora de tres Bafta, sino de ‘The Thick of It’, serie que ha dirigido desde 2005 para la BBC, donde satiriza al gabinete de Blair.

Vecino de borat
En los noventa, Iannucci era el productor de ‘The Day Today’, un programa en clave de parodia surrealista sobre los noticieros. Su despacho estaba pegado al de un principiante que luego se convertiría en un fenómeno del humor políticamente incorrecto: Sacha Baron Cohen, que entonces se metía en la piel de un rapero de pocas luces llamado Ali G.

Alan Partridge
Uno de los puntos fuertes de Iannucci es la creación de personajes hilarantes. Si en ‘In the Loop’ y ‘The Thick of it’ es Malcolm Tucker, en ‘The Day Today’ y en la ‘sitcom’ ‘I’m Alan Partridge’, era un comentarista deportivo acabado, a cargo de Steve Coogan (‘24 hour Party People’). El actor se marca un cameo en ‘In the Loop’.

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