La guerrilla nigeriana del Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND) acusó hoy a los militares de matar a sangre fría a siete desplazados que buscaban refugio en un campamento, lo que han negado las Fuerzas Armadas.

En un comunicado remitido a los medios por correo electrónico, el MEND asegura que soldados de la Fuerza Conjunta de Intervención nigeriana en la región del Delta del Níger mataron el pasado día 9 a cuatro niños, una mujer, un anciano y el patrón de la barca en que viajaban al aproximarse a un control militar fluvial.

Los soldados "dispararon sin previo aviso, a sangre fría", a los siete desplazados de la zona boscosa del área, que buscaban refugio en el campamento de Warri, cuando se aproximaban al control instalado en la comunidad de Kangbene, en el estado de Delta, según la nota.

El grupo rebelde asegura que se trata del último de "una serie de asesinatos llevados a cabo los últimos siete días en los ríos de la zona", un área que el MEND asegura que ha sido "cerrada a las organizaciones humanitarias, periodistas y observadores internacionales para esconder estas atrocidades".

Por su parte, el portavoz de la Fuerza Conjunta, coronel Rabe Abubakar, negó las acusaciones del MEND.

"No hemos matado a ningún civil. Nosotros perseguimos criminales y tenemos cuidado de no alcanzar a los civiles. El MEND ya no tiene argumentos para su campaña de desprestigio y recurre al chantaje barato", dijo a la prensa.

Los militares iniciaron a mediados del mes pasado una ofensiva que incluye ataques terrestres, navales y aéreos, en los que han sido destruidos varios campamentos de la guerrilla.

También han sido atacadas poblaciones civiles, en las que han muerto cientos de personas y miles se han visto obligadas a huir de sus hogares, según diversas organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.

El MEND inició en 2006 las actividades armadas para reclamar al Gobierno nigeriano más autonomía e inversiones en la empobrecida región petrolera del Delta del Níger.

La producción petrolera de Nigeria se ha reducido en estos tres años, a causa de la violencia, de 3,2 a 1,6 millones de barriles al día.

En estos tres años, los grupos armados que actúan en la región han atacado oleoductos y gasoductos, instalaciones de extracción y estaciones de bombeo y han secuestrado a empleados de compañías petroleras nacionales y extranjeras.