Hamás dijo el martes que esperaba que Israel reanudase las conversaciones sobre el intercambio de cientos de prisioneros palestinos por un soldado israelí capturado, después de que dos días de negociaciones indirectas en Egipto acabaran en un punto muerto.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha hecho de la libertad de Gilad Shalit una condición previa para una tregua de mayor alcance con Hamás, que controla la Franja de Gaza, y la apertura de las fronteras del enclave para la crucial ayuda de reconstrucción después de la ofensiva de Israel en diciembre y enero.

Olmert ha estado haciendo un esfuerzo de último momento por la liberación de Shalit antes de entregar el poder al derechista Benjamin Netanyahu, que está intentando formar un gobierno tras las elecciones parlamentarias israelíes del mes pasado.

"Espero que Olmert escuche la voz de la razón y vuelva para seguir las conversaciones para alcanzar un acuerdo cumpliendo (nuestras) condiciones", dijo el alto cargo de Hamás Osama Hamdan a Reuters por teléfono desde Líbano.

"Pero si el Gobierno israelí se empeña en su posición negativa, no será posible alcanzar un acuerdo, al menos en este momento", declaró Hamdan.

Israel acusó el lunes a Hamás de endurecer su posición en las conversaciones celebradas con mediación de Egipto.

A cambio del soldado, que fue capturado por extremistas que se colaron en Israel por túneles desde la Franja de Gaza en 2006, Hamás ha exigido la liberación de 1.400 presos palestinos.

Olmert fue informado por sus dos enviados a las negociaciones en El Cairo y tenía previsto celebrar una reunión de gabinete a lo largo del día para decidir cómo proceder.

"Si Israel quiere alcanzar un acuerdo, debería venir con una oferta seria", declaró Hamdan, sin dar más detalles.

Una fuente de seguridad israelí, sugiriendo que las diferencias estaban reduciéndose, dijo el lunes que Israel se negaba a la liberación de menos de 50 de los presos palestinos exigidos por Hamás.

Otra disputa se centró en las demandas israelíes de que algunos de los presos sean exiliados, una condición que el brazo armado de Hamás ha rechazado públicamente.

Israel ha llevado a cabo asimétricos intercambios en el pasado, cambiando grandes números de presos árabes por sus soldados capturados o sus restos.