Estos futuros universitarios también han sentido la crisis o, al menos, están informados al respecto. No se atreven a proponer una solución pero apuntan a posibles fórmulas. La culpa de la crisis puede residir, piensan, en la mala administración de los recursos individuales. Para ellos, es fundamental huir del miedo como de una plaga.

Para Alfonso, la gente está muy asustada con la crisis 'Esto hace que se retroalimente'. Yendo al origen de la situación económica actual, Alfonso cree que 'parte de la culpa la tiene el dinero virtual; la mala administración que hace la gente de dinero'. Para este estudiante, es evidente que en el mundo se ha vivido una etapa en que los tipos de interés han bajado y la gente se ha hipotecado muchísimo. 'El capital no era real', subraya.

María Teresa está de acuerdo con el argumento de Alfonso y va más allá: 'No se puede vivir con un castillo en el aire'. Se indigna ante la insinuación de que el consumismo juvenil pueda haber llevado a esta situación y apunta a la mejora de las infraestructuras, que creará empleo y hará que la gente vuelva a comprar, como la mejor solución. 'Si el mundo salió del crack del 29, saldrá de ésta'.

Rebeca ha vivido la crisis de cerca, en su propia casa. Su padre es constructor y reconoce que en los últimos meses 'le ha bajado el trabajo'. Aun así, insiste en que los políticos exageran al hablar de este problema: 'Nos han intentado asustar'.

Para Álvaro, 'nos han vendido' que la culpa la tenían los bancos estadounidenses con las hipotecas basura. Sin embargo, cree que hay más detrás. En el caso de España, un exceso de bonanza económica anterior. Su idea: fuera miedos y venga la confianza.