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Hombre armado mata a 13 personas y se suicida en un centro de atención a inmigrantes en Nueva York

EFE

Un hombre armado entró a un centro de atención a inmigrantes y refugiados en el estado de Nueva York y allí mató a trece personas para después suicidarse, en un ataque del que todavía la Policía y las autoridades estadounidenses desconocen sus motivaciones.

El sospechoso, de quien las autoridades no han dado a conocer su identidad, irrumpió en la American Civic Association de Binghamton, 220 kilómetros al noreste de la ciudad de Nueva York, hacia las 14.30 GMT.

El hombre disparó contra las personas que estaban en el centro recibiendo clases de inglés o de historia, entre otras, para acceder a la ciudadanía estadounidense.

El centro de atención también presta asistencia a inmigrantes y refugiados en materias como asesoría familiar, personal y para acceder a la ciudadanía.

El jefe de la Policía de Binghamton, Joseph Zikuski, confirmó en una conferencia de prensa que como resultado del ataque brutal, murieron 13 personas y otras cuatro más resultaron heridas de gravedad y están recibiendo tratamiento hospitalario.

Sobre el atacante, Zikuski señaló que "podría estar entre los muertos. Tenemos razones para creerlo, pero todavía no estamos cien por ciento seguros".

El sospechoso, que aparentemente se suicidó, bloqueó la puerta trasera del lugar para asegurarse de que no saldría nadie de allí, dijo el policía.

Aunque todavía no se ha revelado la identidad de atacante, los medios de comunicación locales, que inicialmente dijeron que era de origen asiático, han indicado que se llama Jiverly Voong de 41 ó 42 años, nacido en Johnson City (Nueva York) y que recientemente había sido despedido de su trabajo en IBM.

Zikuski, que informó que en la escena del crimen se encontraron dos armas, relató la carrera hacia la muerte emprendida por el atacante, que comenzó disparando contra dos de las recepcionistas.

Una de ellas murió, la otra consiguió avisar a la Policía.

"Fue una de las primeras en recibir los disparos. Se hizo la muerta, se arrastró hasta debajo de la recepción y nos llamó", dijo Zikuski, quien también señaló que otras 26 personas que estaban en el centro se escondieron en el cuarto de las calderas del sótano del edificio y "desde allí oyeron los disparos".

Por su parte, el alcalde de esa ciudad, Matthew Ryan, indicó que el proceso para la identificación de las víctimas será largo, al igual que la investigación abierta para conocer los motivos del ataque.

Ryan señaló que muchas de las víctimas eran originarias de otros países y pidió a los medios de comunicación que "por favor sean respetuosos con las familias".

El gobernador de Nueva York, David Paterson, en la misma conferencia de prensa, señaló que como consecuencia del suceso "se ha producido mucha información inexacta".

De las víctimas, Paterson, que envió su pésame a las familias, indicó que "eran personas que querían pertenecer al sueño americano. Han querido frustrar ese sueño, pero existe, y entre todos los que somos estadounidenses o quieren serlo, vamos a cuidar de las heridas a Binghamton".

Paterson lamentó que se haya producido un nuevo tiroteo con múltiples víctimas, el cuarto, en lo que va de este año en Estados Unidos.

"Esta es la peor tragedia en la historia de esta ciudad. Ya ha llegado el momento de que nos unamos y todos pongamos fin a este ciclo de violencia sin sentido", pidió Paterson.

Tras el ataque, grupos defensores de los inmigrantes advirtieron contra el uso de esta tragedia como herramienta política en contra de los extranjeros.

"En incidentes similares en el pasado, hemos visto cómo los grupos anti-inmigrantes aprovechan este tipo de tragedias como plataforma para su agenda política. Estos grupos intentan catalogar a todos los inmigrantes como asesinos y criminales, cuando no lo son", dijo a Efe Katherine Vargas, portavoz del Foro Nacional de Inmigración (NIF).

Según la oficina federal del censo, cuyos datos más recientes son de 2000, en Binghamton vivían entonces 1.894 hispanos, lo que equivale al 3,9 por ciento del total, aunque según la cadena de televisión CNN ese porcentaje ronda hoy en torno al 5 por ciento.

El grupo America's Voice, que también lamentó el suceso, afirmó que es un momento de duelo para el país y "no de señalar con un dedo acusatorio o de buscar culpables".

Por su parte, el presidente de EE.UU., Barack Obama, que se encuentra de viaje en Europa, calificó lo ocurrido de "violencia sin sentido", en un comunicado emitido por la Casa Blanca.

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