Más del 60% de los cerca 400 trabajadores del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) secundó ayer una jornada de huelga para protestar por el colapso del servicio y reivindicar el aumento de efectivos para hacer frente a su carga de trabajo. El Fogasa, dependiente del Ministerio de Trabajo, es el organismo encargado de tramitar y sufragar los sueldos e indemnizaciones de aquellos trabajadores cuyas empresas están en concurso de acreedores o son insolventes, una situación que ha crecido exponencialmente debido a la crisis.

'No es de recibo que una persona tarde ocho meses en cobrar sus indemnizaciones. Hay que cuidar tanto la atención a los ciudadanos como a los trabajadores que tienen que darla', explicaba ayer el secretario de organización de la sección sindical del Ministerio de Trabajo, Alberto Rosales, de CCOO.

El Fogasa tiene 80.000 expedientes pendientes de tramitar que afectan a unos 170.000 trabajadores, unos datos que para los sindicatos demuestran 'el nivel de decadencia' del organismo. Precisamente, el Gobierno aprobó hace unas semanas la integración del Fogasa y del Servicio Público de Empleo (SPEE), cuyos trabajadores también han denunciado sus 'inadmisibles condiciones de trabajo'. Sin embargo, los sindicatos piden medidas urgentes para paliar la situación, al menos hasta que se cree ese nuevo organismo.

'Sin soluciones inmediatas, la gestión del SPEE y del Fogasa se hunde y las consecuencias serán dramáticas para las personas desempleadas', denuncian los sindicatos.