Por Patricia Rondón Espín

El presidente Hugo Chávez activó el domingo su segundo intento para lograr la reelección indefinida en Venezuela, denunciando que sus adversarios pretenden atentar contra su Gobierno.

La iniciativa, incluida en una propuesta de reforma constitucional que impulsaba el mandatario y además ampliaba sus poderes, fue derrotada en un referendo nacional en 2007. En esta oportunidad Chávez dejará la iniciativa a su partido y sus seguidores.

"Les doy mi autorización al Partido Socialista Unido de Venezuela, al pueblo venezolano, para que inicien el debate y las acciones para lograr la enmienda constitucional y la reelección del presidente de la República", dijo Chávez en un acto transmitido en cadena nacional de radio y televisión.

"Estoy seguro que ahora sí lo vamos a lograr, vamos a demostrar quien manda en Venezuela: ¡uh, ah Chávez no se va!", dijo despertando los aplausos de sus seguidores, que presenciaban la toma de posesión de un alcalde de la capital, uno de los triunfadores por el partido de Gobierno en las elecciones regionales de la semana pasada.

Chávez dijo que sus adversarios que triunfaron en la contienda -en 5 de 17 gobernaciones y un 20 por ciento de las alcaldías- se preparaban para atentar contra su "revolución socialista" y el pueblo, e incluso para crear provincias autónomas en el país de 28 millones de habitantes.

Al mismo tiempo, invitó a dos de los nuevos gobernadores y a tres alcaldes oficialistas a integrarse como "invitados permanentes" al Concejo de Ministros, mientras dirigió duras palabras a sus adversarios incluyendo al gobernador del capitalino estado Miranda, Henrique Capriles Radonsky, y al alcalde de Maracaibo y ex gobernador de Zulia, Manuel Rosales.

"Voy a monitorear día tras día al gobernador fascista de Miranda, voy a monitorear día tras día al alcalde mayor metropolitano porque sabemos quienes son (...) nosotros estamos galopando la revolución bolivariana. Nosotros estamos al ataque", dijo Chávez.

Más tarde afirmó también que "le olía" que se iban a tener que repetir las elecciones para la alcaldía de Maracaibo porque su titular terminaría preso tras las acusaciones del Gobierno. Chávez ordenó durante la campaña electoral investigar a Rosales con el fin de encarcelarlo.

Rosales se enfrentó a Chávez en las elecciones presidenciales de 2006, y perdió por mucha distancia.

Además el mandatario amenazó con expulsar al Cónsul de Colombia en la capital del occidental estado Zulia por una supuesta conversación del funcionario con un asesor del presidente Álvaro Uribe, transmitida en la víspera por un programa de la televisión oficial.

"La única forma de que yo no expulse a ese cónsul en Maracaibo es que el Gobierno de Colombia se lo lleve rápido: ya. Porque si no, lo voy a expulsar. O se lo llevan ya, o lo echo del país", dijo Chávez.

En la conversación, una voz atribuida al cónsul decía estar muy contento con los resultados de las elecciones en Venezuela y auguraba la cooperación de los gobernadores opositores de los fronterizos estados Zulia y Táchira, sin decir los planes en discusión.

Según Chávez se trata de proyectos "separatistas".

El canciller Nicolás Maduro, dijo que su homólogo colombiano le informó minutos después de las palabras de Chávez que habían decidido cesar al funcionario de inmediato.

Las diferencias entre Chávez y Uribe sobre el tratamiento a la guerrilla colombiana llevaron a que ambos países retiraran sus embajadores meses atrás, pero poco después Bogotá retornó a su representante, sin que Caracas igualara la medida.