Iberdrola, la primera eléctrica española, encara un 2009 “complejo” en el que su beneficio se estancará por primera vez en muchos años o, a lo sumo, estará “ligeramente por encima” del de 2008, dijo ayer su presidente, Ignacio Sánchez Galán. El listón está alto porque en 2008 la empresa batió otro récord de ganancias: 2.860 millones, un 21,5% más. No llega a los 3.000 millones previstos en septiembre por Galán, por el bajón (49%) del último trimestre, que el ejecutivo atribuyó a la devaluación de la libra (que afecta a su filial británica Scottish Power, adquirida en 2007) y al retraso en la compra de la estadounidense Energy East. En un día de batacazo bursátil, la eléctrica subió un 2,5%.

Luz al alza

Pese a que la crisis es “igual” para todos, dijo Galán, la empresa invertirá este año 4.200 millones. Comparado con los 36.000 millones del periodo 2007-2008, es poco. Pero, a diferencia de entonces, no se comprarán empresas. Galán descartó recortes de plantilla e insistió en que la eléctrica quiere ser un “motor de la recuperación económica”.

El ejecutivo, que se negó a hablar de ACS (su accionista díscolo), también descartó que la luz pueda bajar, pese a que su precio en el mercado mayorista ha caído un 32% respecto a la media de 2008 por el bajón del crudo y las mayores lluvias. El argumento, compartido por el secretario de Energía, Pedro Marín, es la existencia del déficit de tarifa acumulado. Galán confía en que en marzo estén listos los decretos que permitirán que el Estado avale las emisiones de deuda ligadas a ese déficit, cuya solución sigue en el aire.