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Iberia y el Sepla cierran un principio acuerdo tras dos años de conflicto

PÚBLICO / AGENCIAS

Iberia ha alcanzado este jueves un principio de acuerdo sobre medidas de productividad con el sindicato de pilotos Sepla para reducir los costes de la compañía, a partir de la base del pacto de mediación firmado en marzo del año pasado. El principio de acuerdo servirá para introducir 'cambios estructurales permanentes en la compañía y mejorar su viabilidad', lo que permitirá a la aerolínea que dirige Luis Gallego recudir su base de costes y facilitar tanto su crecimento como el de su filial Iberia Express, según la visió de su matriz, IAG, en un hecho remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Las claves del acuerdo pasar con la congelación de sueldos del colectivo hasta 2015, tal y como se fijó en el acuerdo de mediación que el sindicato Sepla no suscribió, y la sujeción de los incrementos salariales a la rentabilidad de la compañía a partir de esa fecha. Asimismo, el pacto del año pasado, fijaba una reducción del 14 % para el colectivo de pilotos más una reducción adicional del 4% ligada al acuerdo de productividad, porcentaje este último que ahora, tras las mejoras de productividad contenidas en el principio de acuerdo, se revocará.

El acuerdo, calificado de 'histórico' por IAG, llega después de años de conflicto entre el colectivo de sus pilotos e Iberia, y establece 'los cimientos para que Iberia avance en la senda de un crecimiento rentable y sostenible'. 'Quiero agradecer el esfuerzo realizado por Sepla y el equipo directivo de Iberia que han trabajado juntos para alcanzar este pacto que marca un hito en la historia de la compañía', subrayó el presidente ejecutivo de Iberia, Luis Gallego, quién añadió que 'una Iberia fuerte y rentable supone la protección de empleos a largo plazo y el impulso del turismo, un sector clave para la recuperación económica de España y del aeropuerto de Barajas'.

Iberia puso en marcha el año pasado un recorte de plantilla que afectará a 3.800 de sus 15.000 trabajadores y redujo la oferta de vuelos un 14% al señalar que con su actual estructura de costes perdía dinero en la mayoría de sus rutas. Como consecuencia del ajuste, el tráfico de pasajeros de Iberia bajó el año pasado un 16,5% y la compañía, integrada en el holding International Consolidated Airlines Group (IAG), dijo que necesitaba alcanzar acuerdos de productividad con la plantilla para garantizar su viabilidad y volver a abrir nuevas rutas.

Las negociaciones con los sindicatos sobre este tema empezaron después del verano y el acuerdo alcanzado con los pilotos se ha producido a solo pocos días después de que los 3.000 tripulantes de cabina de Iberia dijeran que también aceptarían nuevas medidas de productividad siempre que la compañía les diera garantías de empleo para los próximos años.

Gallego dijo que la apertura de nuevas rutas y la compra de aviones dependería también de los acuerdos laborales que se alcancen con los otros colectivos y de la evolución de la demanda en sus mercados en los próximos meses. No obstante, el máximo responsable de Iberia señaló que el pacto con los pilotos reforzará la posición competitiva de la compañía en sus rutas a Latinoamérica al tiempo que le permitirá defenderse mejor contra los operadores de bajo coste en España.

En este contexto, el presidente de la aerolínea dijo que el pacto con los pilotos también le permitirá extender la red de trayectos de Iberia Express, la filial de bajo coste de Iberia. Según Gallego, Iberia Express podría asumir en un futuro hasta un 15 por ciento de la producción (asientos-kilómetro ofertados) de Iberia, lo que le permitiría aumentar la flota de Iberia Express hasta 25 aviones desde los 15 actuales.

El acuerdo entre la dirección de Iberia y el sindicato de pilotos Sepla para reducir los costes de la compañía supone 'el inicio de una nueva y constructiva relación laboral', según la aerolínea, después de años de conflicto entre las partes. Desde 1979 los pilotos de Iberia han convocado 21 huelgas. El periodo más conflictivo coincide con los peores años para la compañía, entre 1994 y 2000, cuando Iberia recibió una importante inyección de capital de TENEO, previa autorización de la Unión Europea, y se acometió la reestructuración de la compañía para su privatización. El enfrentamiento más grave se produjo en 1984. Los pilotos hicieron una huelga indefinida durante la cual la compañía despidió a diez de ellos. Los paros acabaron con un laudo de obligado cumplimiento por las partes. Estos son los conflictos laborales más significativos entre Iberia y el colectivo de pilotos, desde 1979:

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