El Ibex-35 ampliaba el miércoles por la mañana las caídas al 5 por ciento, arrastrado por los bancos, al continuar el desplome de los mercados internacionales en un momento de enorme nerviosismo ante las dudas sobre la estabilidad del sistema financiero internacional.

"El mercado está cayendo ahora mismo por puro pánico", dijo José Luis Martínez, estratega de Citigroup.

Analistas y operadores coincidieron a la hora de manifestar que los inversores confiaban en recortes de tipos de interés de los bancos centrales, entre ellos la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, que contribuyeran a calmar los ánimos.

"En las actas de la Fed sobre la pasada reunión del 16 de septiembre, el presidente de la Fed admitió que ya barajaron un recorte de tipos y que éste podría llevarse a cabo para hacer lo posible para paliar el fuerte deterioro de la situación económica y financiera", dijo Banesto en una nota a clientes.

El índice selectivo español Ibex-35 retrocedía un 5,06 por ciento a 10.314,1 unidades después de haber llegado a perder en el transcurso de la mañana más de un 6,5 por ciento a un mínimo de 10.155 puntos.

En Europa, el DAX-Xetra de la Bolsa de Francfort bajaba un 6,21 por ciento, mientras que el CAC-40 de la Bolsa de París se desinflaba un 6,33 por ciento.

Entre los mercados internacionales destacó el miércoles un descenso del 9,4 por ciento del índice Nikkei de Tokio, que registró su mayor caída de una sesión desde el crash bursátil de 1987, al extenderse el miedo a una recesión global.

Otro foco de atención en los mercados era el paquete de rescate para el sistema bancario británico [nMAE4961BV].

En España, el Gobierno acordó el martes elevar hasta los 100.000 euros la garantía mínima de los depósitos bancarios y además anunció la creación de un fondo del Tesoro para apoyar la financiación bancaria de empresas por un importe inicial de 30.000 millones de euros ampliable a 50.000 millones de euros para adquirir activos.

A pesar de los mensajes y medidas que intentaban contribuir a la tranquilidad, el temor y la preocupación por un empeoramiento de la situación se apoderaba de los inversores, según operadores.

En este escenario, Santander se depreciaba un 6,55 por ciento a 10,57 euros, mientras que BBVA caía un 6,9 por ciento a 10,93 euros.

Entre los bancos medianos, Popular se desinflaba un 5,36 por ciento y Banesto caía un 4,05 por ciento.

Telefónica se depreciaba un 3,9 por ciento.