El Ibex-35 cerró el martes con una caída cercana al 5,5 por ciento entre renovados temores a las presuntas dificultades de refinanciación que tendría la banca europea cuando venzan esta semana créditos por valor de más de 440.000 millones de euros.

"El problema de la refinanciación afecta a todos los bancos europeos y no es un problema sólo español pero genera mucha incertidumbre y castiga a las bolsas", dijo Nuria Álvarez, analista de Renta 4.

El selectivo español se dejó un 5,45 por ciento a 9.160,4 puntos en la mayor caída del Ibex-35 desde el 14 de mayo pasado. En aquella ocasión, el índice bursátil cayó un 6,6 por ciento.

En este escenario, Santander cerró con una caída del 6,79 por ciento a 8,446 euros, mientras que BBVA bajó un 7,24 por ciento a 8,350 euros.

La analista de Renta 4 dijo que la solución a estos problemas estaba en manos del BCE.

Las nuevas incertidumbres sobre la financiación bancaria y el mercado de deuda en la zona euro volvieron a disparar los diferenciales y seguros contra el impago de la deuda de los países periféricos de la UE, entre ellos España.

Los operadores destacaron que la cuestión de la refinanciación había despertado cierto temor entre los inversores, después de que el gobernador del banco central francés y miembro del consejo de gobierno del BCE, Christian Noyer, admitiera que algunos bancos podrían verse afectados por la devolución de los créditos.

Noyer añadió, sin embargo, que el banco central se aseguraría de que la devolución transcurriría sin problemas.

"Refinanciación va a acabar habiendo (...) pero la confianza es básica", dijo Alberto Zumárraga, director general de Mercagentes.

En este sentido, una fuente financiera dijo que las entidades podrán renovar sin mayores problemas sus necesidades de refinanciación acudiendo el miércoles a una subasta de refinanciación de tres meses que podrán volver a renovar en septiembre por otros tres meses, con "absoluta certeza" en cantidades y precios.

Además, esta fuente hizo alusión a la subasta de "ajuste fino" a seis días entre el 1 y el 7 de julio.

El diario Financial Times publicó en su edición del martes que los bancos españoles estaban presionando y acusando al Banco Central Europeo de un comportamiento "absurdo" al no renovar estos esquemas de liquidez a un año al 1 por ciento y contribuyó en parte al castigo de la banca española.

Una portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB) dijo que los mercados de financiación europeos no estaban funcionando correctamente y esto "está afectando a todas las entidades financieras de la zona euro y no exclusivamente a las entidades españolas".

"Los bancos españoles se limitan hacer uso de las facilidades abiertas por el BCE aportando colaterales elegibles de calidad de acuerdo con las normas establecidas por el propio BCE", agregó la portavoz de la AEB.

En España, la falta de confianza del mercado en la financiación bancaria, junto con la mala acogida de la subasta de bonos italianos de la víspera y los malos datos económicos en Japón, provocaron una nueva escalada de los diferenciales de los bonos españoles frente a los alemanes y en la cobertura sobre el riesgo de impago.

La deuda pública española tiene una cita con los mercados el jueves, cuando el Tesoro Público español pretende recaudar hasta 3.500 millones de euros con la venta de bonos a cinco años.

Otros pesos pesados del índice como Iberdrola y Repsol contribuían al descenso con caídas del 5,68 por ciento y del 4,04 por ciento, respectivamente.

Telefónica se dejó un 5,12 por ciento después de que la víspera el regulador del mercado portugués pusiera una nueva dificultad a su intento de compra de la participación de Portugal Telecom en el operador brasileño Vivo.