El Ibex 35, una máquina de despedir

Ha sido requerida en muchas ocasiones para "arrimar el hombro en un contexto muy serio", "intentar mantener el empleo" o "hacer contratos en la medida de sus posibilidades". Sin embargo, a la élite empresarial española no le tiembla la mano a la hora de buscar en la reducción de personal un camino fácil para atajar su mala situación financiera. La actual legislación laboral, también ayuda. La reforma laboral del PP facilita que las empresas cuyas cuentas muestran signos de debilidad –algo habitual en un contexto de crisis– puedan aligerar sus plantillas con un bajo coste.

La mayoría de las empresas cotizadas que componen el Ibex 35, a pesar de, en total, haber ganado entre enero y septiembre 11.655 millones de euros (un 60,22% menos que el año anterior), pueden despedir a sus empleados con una indemnización de sólo 20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades. La norma entiende que pueden llevar a cabo expedientes de regulación de empleo (ERE) cuando se dan causas económicas. Es decir, cuando pueden acreditar que sus ventas o ingresos han disminuido durante tres trimestres consecutivos. El radical abaratamiento del despido que puso en marcha Mariano Rajoy tras su llegada a la Moncloa hace que se evite la conflictividad en las grandes compañías pues, por lo general, pueden permitirse echar a sus trabajadores con indemnizaciones superiores a los límites marcados por ley. Si no hay acuerdo, los empleados saben que les tocará conformarse con la mínima. 

El 38% de las principales empresas cotizadas españolas están ejecutando o han ejecutado durante 2012 expedientes de regulación de empleo, una medida para la que, desde la entrada en vigor de la nueva reordenación del mercado de trabajo, no necesitan obtener el visto bueno de la autoridad laboral, algo que hasta entonces era preceptivo. En este último año, más de 30.000 trabajadores de estas compañías se han visto afectados por este tipo de procedimientos, ya sea en la modalidad de extinción –despido–, suspensión –cancelación temporal del contrato y envío al paro del empleado durante ese periodo– o reducción –disminución de la jornada y, por tanto, del sueldo–. 

Los casos más llamativos, y que más repercusión mediática han tenido en los últimos días son los de Bankia e IAG, esta última matriz de Iberia, donde se ha anunciado un ERE que prevé 4.500 despidos y que ya ha puesto a sus trabajadores en pie de guerra. Por otro lado, la entidad nacionalizada que lidera José Ignacio Goirigolzarri anunció el pasado lunes que echaría a la calle a unos 5.000 empleados. Este banco, que ha recibido más de 10.000 millones de euros de dinero público para su recapitalización, tiene la intención resolver estos despidos con indemnizaciones de 22 días por año trabajado con un tope de 14 mensualidades.

Bankia quiere despedir a 5.000 empleados con 22 días y un tope de 14 mensualidades

Cuatro de los siete bancos que cotizan en el Ibex han hecho o pretenden hacer planes de reestructuración de plantilla en los próximos meses. Y es que la profunda transformación del sector financiero, motivada por las dos oleadas de fusiones, se ha dejado notar especialmente en la destrucción de empleo que ha sufrido este sector, algo de lo que no se libran las entidades que cotizan en el selectivo español. El pasado 7 de septiembre Banco Sabadell presentó un ERE para 1.751 trabajadores de Banco CAM. Tras la negociación con los sindicatos que representan a la plantilla, el acuerdo se fijó en 1.045 salidas voluntarias y 205 despidos con indemnizaciones de 35 días por año trabajado hasta un máximo de 150.000 euros.

En contraposición a Bankia, BBVA ha optado por recortar su plantilla de la forma en que se solía hacer en este sector hasta 2009, con compensaciones bastante atractivas. La entidad que dirige Francisco González Rodríguez, que ocupa el quinto puesto en la lista de beneficios entre las compañías españolas, cubrirá con 618 salidas voluntarias el recorte de plantilla de Unnim que le exigía Bruselas por la compra de la entidad financiera catalana, según informa Efe. Los trabajadores podían optar hasta este 15 de noviembre por cuatro fórmulas: prejubilaciones, excedencias de mutuo acuerdo, dimisiones voluntarias y extinciones voluntarias de la relación laboral con indemnizaciones de 35 días por año trabajado con un máximo de 30 mensualidades. Algo similar a lo que ocurrió en Banca Cívica, absorbida por Caixabank, que acordó con los trabajadores la supresión de 1.500 empleos, casi el 20% de la plantilla, a través de prejubilaciones, bajas voluntarias y suspensiones temporales de contratos. Banco de Valencia también presentó un ERE para 495 empleados antes de ser comprada por Caixabank. Tras la negociación con los sindicatos, que tuvo lugar cuando la entidad todavía estaba en manos del FROB, el expediente se resolverá con 120 despidos y 240 prejubilaciones. 

Panorámica del Ibex 35. EFE/Archivo

Además, más de 2.000 trabajadores se acogerán al ERE de Telefónica España para 2013. Esto supondrá que se cumplirá con el número máximo de bajas autorizadas por el Ministerio de Trabajo en julio de 2011 con un coste por desempleo de 350 millones de euros, que abonará en su totalidad la compañía de César Alierta, que es la empresa del Ibex que más había ganado hasta el pasado septiembre. Según los últimos datos oficiales facilitados por la empresa, recogidos por Europa Press, unos 4.400 trabajadores se habían adscrito al ERE correspondiente a 2011 y 2012.

Cuatro de los siete bancos del Ibex han echado o pretenden echar trabajadores en los próximos meses  También pretende recortar su plantilla la compañía de producción de aerogeneradores Gamesa, que despedirá a 330 empleados con indemnizaciones de 33 días por año trabajado sin tope de anualidades. La constructora Acciona también despedirá a 167 empleados con una compensación de 31 días de salario por año trabajado hasta un máximo de 24 mensualidades. Además, suspenderá temporalmente los contratos de otros 598 y reducirá la jornada a 195. Una recompensa menor –30 días hasta un tope de 22 mensualidad, como máximo– ha previsto FCC para los 30 trabajadores que acordó echar el pasado septiembre en un ERE que se saldará con 250 bajas, pues habrá 160 prejubilaciones y 60 recolocaciones o traslados.

ArcelorMittal, la empresa del Ibex que más facturó entre enero y septiembre, ha optado por llevar a cabo regulaciones de empleo temporales (ERTE), fórmula que el Gobierno defiende como un logro contra la destrucción de empleo aunque los datos no reflejen que esto sea realmente así. La dirección del gigante siderúrgico y sus sindicatos decidieron el pasado junio ampliar otros seis meses (hasta el próximo 31 de diciembre) el ERTE que la multinacional tiene en vigor desde abril de 2009 para toda su plantilla en España. Hasta febrero del año que viene también estará en vigor el expediente temporal en la factoría de Ponferrada que gestiona Roldán, filial de Acerinox. 

Por el momento, de las compañías del Ibex, no han llevado a cabo planes de regulación de empleo durante este año los bancos Santander, Bankinter y Popular; la proveedora de soluciones tecnológicas para la industria de los viajes Amadeus; Bolsa y Mercados Españoles; la cadena de supermercados Dia; Gas Natural Fenosa y Enagas; las eléctricas Endesa, Iberdrola y Red Eléctrica; las constructoras Ferrovial, OHL y Sacyr; la farmacéutica Grifols; la tecnológica Indra; la aseguradora Mapfre; la petrolera Repsol; así como Inditex y Técnicas Reunidas.

Urbaser, empresa del grupo ACS, liderado por Florentino Pérez, también ha estado tentada a hacer ERE en algunos de los territorios en los que opera. Sin embargo, la presión de sus trabajadores, que en estos casos se encargaban de los servicios de limpieza de Jerez de la Frontera (Cádiz) y Santa Cruz de Tenerife lograron tumbar sus expedientes tras acceder a rebajarse los sueldos, entre otras medidas.