La Ley de Memoria Histórica, una de las más polémicas y debatidas de la legislatura, salió ayer del Congreso camino del Senado, para llegar al BOE antes de final de año.

Con una votación polémica, que pone estrambote al trámite, el Pleno de la Cámara aprobó la ley con el rechazo global del PP y de ERC y el apoyo de todos los demás grupos. No obstante, el Grupo Popular mantuvo su respaldo a siete artículos -más de los apoyados por ERC-, referidos a las indemnizaciones a las víctimas y a la despolitización del Valle de los Caídos.

Gestiones de CiU
Incluso, podía haber sido mayor la implicación del PP si hubiera actuado en consecuencia con sus posiciones y con lo mantenido en la Comisión Constitucional y hubiera apoyado una modificación de última hora sobre la retirada de símbolos.

Lo más curioso es que la modificación de última hora aprobada con los votos del PSOE, CiU, PNV y Coalición Canaria, pero rechazada por el PP, fue avalada por la Conferencia Episcopal, según fuentes parlamentarias.
Se trataba de incluir un inciso en el artículo sobre la retirada de símbolos que indulta los de las iglesias que puedan considerarse como manifestaciones 'artístico-religiosas'. La Iglesia católica se movió en altas instancias para hacer salvedades en el apartado del Valle de los Caídos y logró el apoyo del PP en la Comisión Constitucional y estos días previos insistió en su presión para salvar esos símbolos.

El laborioso y eficaz diputado de CiU Jordi Xuclá intentó hacer de puente entre PSOE y PP para trasladar esa modificación y logró el acuerdo con los socialistas la noche del martes, pero el Grupo Popular se descolgó en el último momento. Es decir, que el PP votó ayer en ese punto contra de la Iglesia.

El PP participó en la votación, pero por la tarde aseguró que no había aceptado que se tramitara esa transaccional, colgada de una enmienda suya y que, por tanto la daba por no aprobada y la recurriría.
Sus diputados levantaron la mano para oponerse y nadie del Grupo Popular hizo nada para evitar la votación, pero luego quisieron darla por no realizada. O sea, que es el mundo al revés, porque el PP recurrirá para evitar que la Iglesia pueda salvar sus símbolos franquistas. Todos los demás grupos y los letrados de la Cámara dieron por buena la votación, en favor de la Iglesia.

Retirada de ayudas
IU sí evitó también que se matizaran la retirada de ayudas y subvenciones para quien no elimine los símbolos franquistas. En teoría el PP intentará incluir más enmiendas en el Senado, pero como el resto de grupos parlamentarios está en contra es casi seguro que no será preciso que el texto vuelva de nuevo al Congreso para otra votación.

Todos los grupos salvo el PP y ERC sacaron adelante el resto de artículos que, por ejemplo, condena el franquismo en su exposición de motivos; prevé ayudas para la exhumación de cadáveres en fosas comunes y concede la nacionalidad española a los nietos de los
exiliados.

Queda la duda sobre la diferente interpretación del artículo que declara ilegítimas las sentencias del franquismo. IU considera que por sí solo ese precepto supone la anulación de los juicios de la Dictadura, pero el Gobierno entiende que deberán ser los jueces los que decidan una a una las peticiones de nulidad.

Alguno de esos grupos, como el PNV, apoyó todos los artículos, a pesar de que no vieron satisfecha su reivindicación sobre el Archivo de Salamanca.
Para dar solemnidad al debate y dejar claro el empeño del Gobierno por sacar adelante esta norma, intervino para presentarla la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.Quiso hacer una intervención conciliadora en la que rechazó que se hable de bando alguno: ' En la ley no hay ni una sola línea que no pueda ser respaldada por cualquier demócrata'.