Este artículo se publicó hace 13 años.
La igualdad de la mujer en el área rural reduciría el número de hambrientos
Si las mujeres en las zonas rurales tuvieran el mismo acceso que los hombres a la tierra, la tecnología, los servicios financieros, la educación y los mercados, se podría incrementar la producción agrícola y reducir entre 100 y 150 millones el número de personas hambrientas en el mundo.
Así consta en el informe anual sobre "El estado mundial de la agricultura y la alimentación (SOFA 2010-11)", presentado hoy en Roma por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Los rendimientos en las tierras que controlan las mujeres son menores que en las que gestionan los hombres, según el informe.
Pero ello no se debe a que las mujeres sean peores agricultoras, "sucede sencillamente que no tienen el mismo acceso a los insumos; si lo tuvieran, sus rendimientos serían los mismos que los de los hombres, producirían más y la producción agrícola en su conjunto se incrementaría", señala el documento.
En este sentido, el director general de la FAO, Jacques Diouf, señaló que "el informe plantea sólidas razones económicas para promover la igualdad de género en la agricultura".
Tan sólo con dar a las mujeres el mismo acceso que a los hombres a los recursos agrícolas se podría incrementar la producción de las explotaciones de las campesinas en los países en desarrollo del 20 al 30 %, calcula el informe.
De esta forma se podría aumentar la producción agrícola total en estos países entre un 2,5 y un 4 %, lo que a su vez puede suponer una reducción del número de víctimas del hambre en el mundo del orden del 12 al 17 %, equivalente a entre 100 y 150 millones de personas.
Se calcula que 925 millones de personas estaban malnutridas en el mundo en 2010, de las cuales 906 millones viven en países en desarrollo, señala el estudio.
Las mujeres representan el 43 % de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo, desde el 20 % en Latinoamérica hasta casi el 50 % en Asia oriental y el Sudeste asiático y África subsahariana.
El documento subraya que "cuando se emplea a las mujeres rurales, suelan quedar marginadas a ocupaciones peor pagadas, y con frecuencia en formas de empleo menos estable, como trabajo temporal, a tiempo parcial o con salarios bajos".
Según el estudio, en todas las regiones las mujeres tienen menos acceso a la tierra que los hombres.
En los países en desarrollo de los que hay datos disponibles, tan sólo entre el 3 y el 20 % de los propietarios de tierras son mujeres, mientras que el porcentaje de mujeres en la fuerza laboral agrícola es mucho más elevado, y se sitúa entre el 20 y el 50 % en las regiones en desarrollo, añade.
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