Este artículo se publicó hace 17 años.
Iñaki Bilbao, condenado a 14 años por amenazas a los magistrados Garzón y Guevara
"Te voy a arrancar la piel a tiras, fascista, te voy a meter siete tiros", afirmó el 7 de septiembre de 2006
La Audiencia Nacional ha condenado a 14 años de prisión por un delito de amenazas terroristas al etarra Iñaki Bilbao por amenazar de muerte y proferir insultos graves contra los magistrados del alto tribunal Alfonso Guevara y Baltasar Garzón, durante un juicio celebrado contra él en septiembre de 2006.
La sentencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional considera que no hay ninguna duda de que la actitud y las expresiones vertidas por el etarra contra los magistrados entrañan "inequívocamente" la conminación de un mal, cual es "poner fin a sus vidas".
"Ven aquí si tienes huevos"
En concreto, durante la vista oral celebrada el 7 de septiembre de 2006 contra Bilbao por haber amenazado al juez instructor de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, cuando éste trataba de tomarle declaración en su despacho en mayo de 2003, el etarra profirió amenazas tales como "te voy a arrancar la piel a tiras, fascista, te voy a meter siete tiros, ven tú aquí si tienes huevos".
Durante aquella vista, Bilbao reiteró en varias ocasiones su defensa de la lucha armada y su no reconocimiento del Tribunal que le juzgaba, al que calificó de fascista y represor, tras lo que finalmente tuvo que ser expulsado de la sala por alteración del orden.
La sala le absuelve del segundo delito de amenazas terroristas y de otro de injurias graves a la autoridad
Los hechos, según la sentencia, son constitutivos de un delito de amenazas terroristas y otro de desórdenes públicos, por los que le condena a 14 años de cárcel e inhabilitación absoluta por un periodo de veinte años.
No obstante, la sala estima que las expresiones con las que el etarra se dirigió a los dos magistrados constituyen un solo delito de amenazas terroristas que afecta a diferentes "sujetos pasivos", y no dos como pedía la acusación ejercida por la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
Por tanto, le absuelve del segundo delito de amenazas terroristas y de otro de injurias graves a la autoridad, que también solicitaron las acusaciones pública y popular.
En este último supuesto, la Sala entiende que la intención del etarra al dirigirse a los magistrados con términos indecorosos y ofensivos era la de desautorizar lo que representaban y dar más contundencia a su rechazo al Poder instituido.
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