Este artículo se publicó hace 16 años.
India elimina a los últimos asaltantes en Mumbai
Por Rina Chandran y Greg Beitchman
Los comandos indios completaron el sábado las operaciones para expulsar a los asaltantes islamistas del hotel Taj Mahal de Mumbai, poniendo fin a tres días de ataques en el corazón financiero de la India que dejaron al menos 195 muertos.
Al menos tres de los agresores y un soldado murieron durante los enfrentamientos y persecuciones por los laberínticos pasillos, habitaciones y salones del hotel, informó el jefe de los comandos del país, Jyoti Krishna Dutten, en conferencia de prensa.
Los islamistas habían iniciado incendios en varias partes del hotel mientras jugaban al gato y al ratón con decenas de los soldados mejore entrenados del país, conocidos como Gatos Negros.
Muchos huéspedes quedaron atrapados en sus habitaciones mientras se desataban los combates y presenciaron escenas horrorosas.
"La sangre, en todas partes la sangre", dijo al canal de noticias NDTV una mujer estadounidense llamada Patricia conteniendo las lágrimas.
"Y cuando bajamos al vestíbulo, todos los cientos y cientos de policías estaban de pie y se veían tan tristes", añadió.
Vetas oscuras de hollín manchaban los ladrillos grises, balcones blancos y tejados rojos de la fachada del hotel.
El primer piso estaba destrozado, las paredes con paneles de madera ennegrecidas y agrietadas por las explosiones y el fuego.
Nueve de los atacantes resultaron muertos y un décimo fue capturado vivo. Le dijo a la policía que querían pasar a la historia por un 11 de septiembre indio, y también se inspiraron en el ataque con bomba al hotel Marriott en Islamabad en septiembre, dijo Times Now TV, citando a un responsable del Ministerio de Defensa no identificado.
La India responsabilizó a los ataques a "elementos" provenientes de Pakistán, lo que aumentó las tensiones entre los países rivales, ambos poseedores de armas nucleares. Islamabad dijo que los dos países se enfrentan con un enemigo común y que enviaría a representantes de su agencia de espionaje para compartir datos de inteligencia.
ULTIMO CAMPO DE BATALLA
El Taj Mahal fue el último campo de batalla después de tres días de intensos combates en varias partes de la ciudad de 18 millones de habitantes.
Varios periódicos dijeron que los milicianos se habían registrado en el Hotel Taj Mahal días o semanas antes de los ataques, mientras que el Times de India sostuvo que habían arrendado un departamento en la ciudad unos pocos meses atrás simulando ser estudiantes.
El viernes, un general del Ejército dijo que los hombres parecían estar "muy, muy familiarizados" con el diseño del hotel, lo que les dio una ventaja clave por sobre sus hombres.
La oficina local de control de desastres dijo que al menos 195 personas han muerto y 295 están heridas, y que la cifra aumenta a medida que se retiran los cadáveres de los lujosos hoteles Taj Mahal y Trident/Oberoi, escenario de otro asedio que culminó el viernes.
La acción de los milicianos golpeó el corazón de la ciudad de 18 millones de habitantes, motor de un boom económico que ha hecho de India uno de los mercados emergentes favoritos de los inversores.
Un ministro de Estado indio dijo que uno de los arrestados era un ciudadano paquistaní y el primer ministro Manmohan Singh advirtió de que habría "un coste" si los vecinos de su país no toman medidas para impedir que su territorio sea utilizado para lanzar ataques a India.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán, Shah Mehmood Qureshi, prefirió usar un tono conciliador y prometió la cooperación total de su país.
"Quienquiera haya hecho esto no es amigo nuestro ni suyo", dijo a periodistas en Nueva Delhi. "Nosotros no somos responsables de esto, no está en nuestros intereses involucrarnos en algo como esto", añadió.
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