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Ingrid Betancourt presenta su fundación en medio de los premios Nobel de la Paz

EFE

La ex rehén de la guerrilla colombiana de las FARC Ingrid Betancourt presentó hoy una fundación que lleva su nombre, en un acto en París con varios premios Nobel de la Paz, cuyo objetivo es desarrollar proyectos para ayudar a víctimas de violaciones de los Derechos Humanos.

La Fundación Ingrid Betancourt (FIB), explicó la propia interesada, pretende ser "un instrumento para ayudar a los que sufren" y "construir esa cadena de amor que cambie las actitudes y que puede cambiar el mundo".

La que fuera candidata presidencial en Colombia, que reiteró que no tiene ganas de volver a la política activa, precisó que las tres grandes ideas que hay tras su iniciativa son promover la paz, luchar por la justicia social y por la preservación del medio ambiente.

Entre los primeros proyectos que piensa desarrollar, y que deben concretarse inicialmente en Colombia, hay uno dirigido a adolescentes de 14 a 15 años en zonas donde son susceptibles de alistarse a la guerrilla como salida para mejorar su situación.

"Vamos a trabajar para que esos chicos sean lo que quieran", tener un oficio, estudiar en la universidad o llegar a artistas, porque "nuestro objetivo es romper ese círculo vicioso por el que los chicos son empujados a la violencia y a la guerra", declaró a la prensa al término del acto final de la novena Cumbre Mundial de Galardonados con el Premio Nobel de la Paz.

Otra de las iniciativas será crear "una universidad" que se encargue del estudio de las más de 150 lenguas indígenas que hay en Colombia "para protegerlas, para hacerlas vivas".

Entre los objetivos formales de la fundación se destaca la intención de "favorecer de todas las formas posibles, implicando a la población y a la comunidad internacional, un proceso de paz y de reconciliación nacional en Colombia y en otras regiones del mundo sometidas a condiciones similares".

A ese respecto, aseguró que el papel de la comunidad internacional "es muy importante" porque "el problema colombiano afecta a la región, afecta al continente sudamericano y afecta al mundo".

"Tengo mucha esperanza en que todos los países de Sudamérica y todos los presidentes van a reflexionar sobre una unión", y "en esa unión vamos a encontrar el camino para la liberación de los rehenes colombianos", un paso "muy importante porque cuando se logre, estará abierto en Colombia el camino de la paz", comentó.

Preguntada sobre sus posibilidades para aspirar al Premio Nobel de la Paz, dijo: "voy a hacer lo que tengo que hacer con mucha humildad" y agradeció que se le hubiera dado la oportunidad de presentar su fundación con personas que han recibido ese galardón.

En el acto de cierre de la "cumbre" de los Nobel estaban Frederik de Klerk, Lech Walesa, John Hume, Mariead Corrigan Maguire y Betty Williams.

Betancourt avanzó que la acción de la FIB se va a extender fuera de Colombia, y que ya están estudiando un proyecto en Bielorrusia con niños.

Sobre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dijo que "necesitan una mutación", es decir, "cambiar sus fusiles por la palabra" porque mientras sigan tomando rehenes y atacando a la población "no serán aceptados como verdaderos interlocutores para un diálogo en Colombia, que es necesario".

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