En su primer encuentro con la prensa desde que asumió, el pasado abril, la dirección del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Guardans dejó claras unas cuantas cosas: que su estilo pasa por el lenguaje directo y la ausencia de remilgos, que su fama de malas pulgas no es infundada y que quiere pasar a ser el piloto que lleve al ICAA de 'la era predigital', a una contemporaneidad menos burocrática, más autónoma y que no ignore la tecnológica.

Por eso, una de las novedades más llamativas anunciadas ayer por el antiguo eurodiputado por CIU es que 'las descargas legales de Internet' computarána la hora de calcular las ayudas a la amortización del cine español es decir las que se otorgan una vez que un filme ha pasado por las salas. De esta manera, la taquilla dejará de ser la única vara que mida el monto de la subvención más cuantiosa del Fondo de Protección del cine.

La calidad también cuenta

'El árbitro último, pero no el único, de apoyo al cine español será la taquilla', dijo ayer Guardans, al tiempo que matizó que la calidad, avalada fundamentalmente por los premios, también comenzará a tenerse en cuenta. Una medida que a priori beneficiaría al cine de autor que no tenga una buena trayectoria comercial en salas, pero sí en festivales.

Estas fueron algunas de las nuevas medidas que el director del ICAA adelantó de la orden ministerial que desarrollará la Ley del Cine, pendiente de aplicarse desde diciembre de 2007. El borrador que ha sido reclamado por la industria y cuyo retraso pudo costar el cargo al anterior ministro de Cultura, podría estar listo en diez días. La orden pasaría entonces a una ronda de consultas que incluirá a la Comisión Europea. El texto definitivo, fijó Guardans, aparecería en el BOE a finales de octubre.

La preproducción de filmes se verá también beneficiada por una reorganización de las subvenciones. 'Hasta ahora las ayudas eran planetas separados y quiero convertirlas en una constelación, de tal modo que una persona que consiga la subvención al guión, pueda optar a la de desarrollo y a la de proyecto', explicó, no sin antes dejar claro que las subvenciones tendrán un tope del 50% del coste de la película.

Los telefilmes también recibirán ayudas, aunque sin competir con el cine por el 5% que las televisiones deben invertir en filmes españoles. Guardans, que aspira a convertir al ICAA en agencia estatal para agilizar, entre otros, la negociación interministerial, añadió que la promoción, la revisión de la calificación de películas y el refuerzo de la formación serán otros de los pilares de su política, que pretende superar 'la falta de respeto al cine español'.