Este artículo se publicó hace 15 años.
El IPC de febrero incrementa el riesgo de deflación
Castilla-La Mancha, primera comunidad con caída de precios // El núcleo duro del índice, en mínimos
Belén Carreño
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, dice que no, pero los precios de febrero apuntan a que podría ser que sí. España estaría encaminándose al primer proceso de deflación de su historia. Para ello, haría falta que los precios cayeran en tasa interanual durante dos trimestres consecutivos (según la definición de deflación que hace el FMI), y el riesgo de que eso ocurra se ha incrementado con los datos del mes pasado.
De momento, el mes de febrero cerró con una moderada subida de los precios del 0,7% frente al mismo mes del año anterior, la tasa más baja de la inflación desde junio de 1969. Además, el registro de lo que los expertos consideran el núcleo duro de la inflación (que excluye el precio de la energía y los alimentos frescos), el llamado IPC subyacente, ha caído a su mínimo histórico: el 1,6%.
Sólo en otras tres ocasiones (en la primavera de 1997), la inflación subyacente se había deslizado por debajo del 2%, pero nunca antes se había acercado a cotas tan moderadas. Este indicador, al no depender de elementos volátiles, mide la inflación más ligada al consumo y a la marcha de la economía real.
Los precios del consumo
De hecho, a diferencia de lo que sucede en Europa, la Reserva Federal de EEUU toma la referencia de la inflación subyacente como objetivo para su política monetaria, ya que entiende que es la que da señales más fiables sobre los precios.
El Gobierno sostiene que la evolución de los precios conduce a un proceso de desinflación, es decir, que el IPC se deshincha después de haber engordado de forma desproporcionada el pasado año debido al elevado precio del barril de crudo. Para Vegara, el efecto escalón, (el fenómeno estadístico que ocurre cuando se comparan dos datos y el anterior tiene una tasa muy distinta ) hace el resto.
Sin embargo, en febrero, no sólo el precio de los carburantes ha caído bruscamente frente al año anterior (-14,1%). Los precios del vestido y el calzado se recortaron en un 1,8% y son el apartado que más arrastra al índice a la baja en el año. Hasta ahora, la idiosincrasia de la economía española (con un mercado interior muy fraccionado) ha alimentado un modelo inflacionista. Sirva de ejemplo que pese a que este será ya el tercer trimestre en recesión, el precio de los servicios en febrero creció un 3,3%, el ritmo más elevado de toda la cesta de la compra. Los alimentos también conservan de media una tasa positiva.
Primeros síntomas
Como anticipo a lo que puede suceder en el resto de España, Castilla-La Mancha se estrenó ayer como la primera comunidad autónoma en la historia de la estadística autononómica (que se inició en 1978) en la que los precios cayeron con respecto al año anterior.
Aunque la contracción de los precios sólo fue de una décima, el diferencial que la comunidad castellano-manchega mantiene con la media española (durante el primer semestre de 2008 tuvo una inflación casi medio punto más elevada) hace prever que su tasa negativa se pronuncie y alargue en el tiempo. Según coinciden Gobierno y expertos, en verano los precios registrarán tasas negativas más agudas, lo que podría llevar a esta comunidad a ser la primera en entrar oficialmente en deflación.
La deflación es un fenómeno raro en la economía contemporánea, pero que tiene efectos muy negativos en la actividad económica. El caso más conocido es el de Japón, que lleva años batallando para escapar del proceso.
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