El presidente de Irán dijo el martes que está dispuesto a hablar con Estados Unidos, pero pidió un cambio fundamental en la política de este país, en sus declaraciones más moderadas hacia EEUU desde que Barack Obama asumió el cargo de presidente.

Obama dijo el lunes que ve una posibilidad de apertura diplomática con Irán en los próximos meses, marcando una diferencia con su predecesor, George W. Bush.

"La nueva administración ha anunciado que quieren producir cambios y seguir el camino del diálogo", declaró el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, en un acto de celebración del 30º aniversario de la revolución islámica que expulsó al sha apoyado por Estados Unidos.

"Está muy claro que el cambio real debe ser fundamental y no táctico. Está claro que la nación iraní da la bienvenida a cambios reales", afirmó. "La nación iraní está preparada para celebrar conversaciones, pero conversaciones en un ambiente justo de respeto mutuo".

Ahmadineyad no hizo referencia a las duras condiciones que mencionó en otras ocasiones, un enfoque más moderado que varios analistas dijeron que probablemente sería bien recibido por Obama y su equipo.

EEUU y sus aliados occidentales acusan a Irán de intentar fabricar armas nucleares, algo que Teherán niega. A pesar de su nuevo enfoque, el nuevo Gobierno de Obama ha advertido también a la república islámica de sanciones más duras si no frena su polémico programa nuclear.

"Parece ser una señal significativa, una apertura que animará a la administración Obama con que ellos (los iraníes) están dispuestos, de hecho, a sentarse", dijo Paul Salem, director del Centro Carnegie de Oriente Próximo en Beirut.

Un analista político iraní dijo: "El tono de Obama fue suave, su tono no podía ser duro".

En último término, la política no la decidirá Ahmadineyad sino el Líder Supremo, el ayatolá Ali Jamenei, que suele buscar un consenso en la élite política, según analistas. Hasta ahora, Jamenei no ha hablado sobre Obama.

Ahmadineyad se enfrenta a unas elecciones presidenciales en junio en las que se enfrentará al ex presidente Mohamad Jatami, que buscó un acercamiento con Occcidente en sus ocho años en el poder, de 1997 a 2005.