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Muchos iraquíes culpan a las elecciones de los atentados

Reuters

El Gobierno iraquí responsabilizó a Al Qaeda y otros grupos extremistas de los últimos atentados en la capital, los más sangrientos desde hace años, pero muchos ciudadanos comunes creen que el enfrentamiento político de cara a las elecciones del próximo año son la causa de la violencia y temen que vendrán tiempos peores.

Cientos de personas se congregaron para un funeral en Bagdad en el lugar en el que dos suicidas se inmolaron el domingo, causando 155 muertos, manifestándose contra los políticos y las fuerzas de seguridad, según mostraron medios locales. La capital estaba sumida en un gran caos de tráfico debido a que el Gobierno, acusado de inactividad, estableció controles extras e investigó cada vehículo.

"La sangre de los iraquíes es muy barata y me pregunto, ¿cuántas víctimas necesitará el Gobierno para convencerse de que ha fallado?", gritó el lunes Hameed Salam, un ex oficial del Ejército que ahora es taxista.

Las elecciones de enero previsiblemente se centrarán en la mejora de seguridad durante el mandato del primer ministro Nuri al Maliki tras años de guerra, y las complejas preguntas sobre la distribución de poder y riqueza.

La amenaza de más atentados sigue latente mientras los rivales intentan minar el Gobierno de Maliki y los insurgentes buscan alterar el proceso electoral.

Muchos iraquíes dicen que las divisiones y las luchas internas de cara a los segundos comicios a nivel nacional tras la invasión de marzo de 2003 es la fuente principal de inestabilidad en el país, el undécimo mayor productor de crudo del mundo.

Pese a que la violencia ha caído desde que Estados Unidos envió miles de soldados más, los atentados siguen siendo comunes en esta nación políticamente dividida de 30 millones de habitantes, y muchos creen que las bombas y tiroteos previsiblemente aumentarán antes de la cita electoral.

"El Gobierno no tiene el control de la situación de la seguridad y los líderes políticos se pelean por el poder", dijo Alaa Husain, un antiguo oficial del Ejército.

"Maliki no es un superhombre y no puede asumir el control de la seguridad del país a menos que haya cooperación y unión entre los partidos y los políticos", añadió.

DUDAS

Muchos habitantes de Bagdad ven una conexión entre las disputas políticas en el Parlamento y la violencia en las calles. Los políticos están ahora enfrentados en torno a una ley que estipulará la gestión de las elecciones de enero.

"El regreso de estos ataques con bomba a gran escala se debe a la proximidad de las elecciones", dijo Haider Mohamed, un comerciante de 34 años. "Las luchas entre los partidos, si difieren en un tema, se reflejan en la situación de la seguridad".

El Parlamento iraquí hasta ahora no ha logrado resolver un desacuerdo por la celebración de los comicios en la ciudad de Kirkuk, disputada entre árabes y kurdos.

El 'impasse' ha puesto en duda si la fecha del 16 de enero es viable y cuestiona si los políticos pueden tomar duras decisiones en una nación que está emergiendo de décadas de conflictos.

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