La ISAF investiga la muerte de civiles en un nuevo bombardeo en el sur afgano

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) está investigando la muerte de civiles en un bombardeo de su aviación en el sur de Afganistán, informó hoy la organización, que también reivindicó la muerte de "varios talibanes" en distintas operaciones.

Un avión de la ISAF arrojó el pasado martes "una única bomba" sobre un edificio en el conflictivo distrito de Nad Alí, situado en la provincia de Helmand, después de un intenso combate con supuestos insurgentes refugiados en el recinto.

"Tras el enfrentamiento, la ISAF recibió informaciones de que varias personas murieron en el recinto, incluidos niños y mujeres. Una reunión sobre el suceso tendrá lugar hoy entre líderes del pueblo y la ISAF", anunció la organización en un comunicado.

La ISAF reconoció también que dio atención médica "inmediata" o envió a un hospital de la organización a varios civiles heridos.

"Afganistán sigue siendo un país peligroso (...). Envío mis sentidas condolencias a las familias y amigos por sus pérdidas", dijo en la nota el coronel Wayne Shanks, portavoz de la organización.

En el mismo comunicado, la ISAF informó de que las tropas internacionales detuvieron o mataron a varios talibanes en distintas operaciones llevadas a cabo ayer y hoy en la provincia sureña de Kandahar (sur), la suroriental de Ghazni y la oriental de Logar.

De todas ellas, la operación más importante tuvo lugar en Kandahar, donde las tropas mataron a "varios" insurgentes tras sufrir un ataque durante el registro de un edificio situado en las cercanías de la capital regional, del mismo nombre.

En Logar, la ISAF acabó con la vida de un supuesto insurgente armado en una operación en la que además resultó herido un civil, que fue trasladado a un hospital cercano.

Las muertes de civiles en acciones bélicas de la ISAF han sido objeto de duras controversias en los últimos años, y el Gobierno afgano las ha calificado en el pasado como "inaceptables".

El pasado 4 de septiembre, la aviación internacional causó la muerte de 30 civiles -según la investigación afgana- al bombardear dos camiones cisterna secuestrados por los talibanes en la provincia norteña de Kunduz, lo que desató fuertes críticas.

La ONU calcula que 1.500 civiles afganos han fallecido en los primeros ocho meses de 2009, aunque atribuyó a "elementos antigubernamentales" el 68 por ciento de esas víctimas, frente a un 23 por ciento achacable a las tropas internacionales y afganas.

En todo el año pasado, 2.118 civiles murieron a causa del conflicto, casi un 40 por ciento más que en 2007.

Según la ISAF, ningún militar de la organización ha perdido la vida en las últimas 24 horas.