Este artículo se publicó hace 14 años.
Israel relanza el plan urbanístico en Jerusalén Este
Las autoridades municipales israelíes avanzaron el lunes con un plan para derrumbar unas 20 casas palestinas en Jerusalén del Este, arriesgándose a elevar la tensión con Estados Unidos por un proyecto que la Autoridad Palestina ve como una expansión de los asentamientos judíos.
El consejo de ordenamiento municipal de Jerusalén se reunió para discutir un plan que podría renovar la presión diplomática sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu, un día después de ceder ante la petición internacional para aliviar el bloqueo a Gaza tras el mortal asalto israelí a una flotilla de ayuda.
Citando preocupación sobre la imagen internacional de Israel, Netanyahu había presionado en marzo al alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, para suspender el proyecto de "Jardín del Rey", en un momento en que Washington luchaba por reanudar las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense P.J. Crowley dijo que su país estaba preocupado por el proyecto, pese a que según él se trataba de paso preliminar tomado por el ayuntamiento de Jerusalén y no por el Gobierno israelí.
"Tuvimos un número de conversaciones con el Gobierno de Israel sobre el tema", indicó Crowley.
"Este es expresamente el tipo de medidas que pensamos minan una confianza que es fundamental para hacer progresos en las conversaciones de acercamiento", sostuvo, refiriéndose a las negociaciones indirectas mediadas por Estados Unidos.
DEMOLICIÓN VIVIENDAS PALESTINAS
El portavoz de la ciudad Stephan Miller dijo que el consejo probablemente aprobaría la reubicación del plan para construir 1.000 viviendas a lo largo de 22 hectáreas en el vecindario de Silwan, en Jerusalén del Este.
El proyecto también solicita la demolición de unas 20 viviendas palestinas construidas sin permiso, mientras otorga licencias a otras 60 casas que Israel dice fueron construidas ilegalmente. Los palestinos afirman que los permisos de construcción son imposibles de obtener del Estado judío.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha exhortado públicamente a Netanyahu a no demoler casas palestinas.
Líderes palestinos han descrito el proyecto como otro intento de Israel de consolidar su reclamación de todo Jerusalén, cuyo sector oriental capturó en la guerra de los Seis Días, en 1967, y se lo anexionó en una medida que no tiene reconocimiento internacional.
"Esta es un ayuntamiento de colonización", dijo Adnan al-Husseini, el gobernador de Jerusalén designado por la Autoridad Palestina.
"No pueden reclamar la construcción de los 'jardines' mientras privan a la gente de una casa donde vivir", agregó.
Israel desató el malestar estadounidense en marzo, cuando anunció durante una visita del vicepresidente Joe Biden un plan para construir 1.600 viviendas para judíos en una zona de la ocupada Cisjordania que considera como parte de Jerusalén.
El Estado judío aseguró a Washington que la construcción en el asentamiento de Ramat Shlomo no comenzaría hasta dentro de dos años, como mínimo.
EMBARGO A GAZA
Bajo la presión internacional para reconsiderar el embargo a Gaza, calificado por críticos como un castigo colectivo, Israel anunció el domingo que permitirá el ingreso de todos los bienes, excepto armas y materiales utilizados para fabricarlas, mientras mantiene un bloqueo marítimo.
Netanyahu anunció la nueva política, que obtuvo el apoyo estadounidense y europeo, junto con el enviado internacional a Oriente Próximo Tony Blair, quien ha presionado a Israel para que revise un embargo vigente desde que los islámicos de Hamás tomaron el poder en el territorio en 2006.
La Casa Blanca dijo después que el presidente Obama se reunirá con Netanyahu el 6 de julio.
Miller indicó que el proyecto del "Jardín del Rey" buscaba "mejorar la calidad de vida" en Silwan y que preveía la construcción de un complejo público y un parque en el área que serían utilizados tanto por árabes como judíos.
Los palestinos quieren a Jerusalén del Este como capital de un Estado que desean establecer en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Miller dijo que incluso con la aprobación del consejo de Jerusalén, la ratificación final del proyecto podría tomar meses.
El plan también deberá pasar por una comisión de distrito.
Cualquier medida que contemple la demolición de hogares podría atraer más furia mundial contra Israel, que fue azotado por el escándalo internacional por la muerte de nueve activistas turcos pro-palestinos en el asalto realizado por comandos del Estado judío a la flotilla de ayuda.
Israel dijo que sus comandos navales actuaron en defensa propia, después de que activistas con barras de metal y cuchillos atacaran a sus soldados en la intercepción del 31 de mayo.
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