Italia busca cruceros para los invitados a la reunión del G-8

Italia está buscando barcos de crucero urgentemente para alojar a los dirigentes mundiales y a miles de delegados en la reunión del G-8 en la isla de La Magdalena, cerca de Cerdeña.

Italia acogerá a unas 25.000 personas en un pequeño archipiélago del Mediterráneo en julio durante los tres días del evento que, según los medios locales, se ha convertido en una pesadilla logística.

Protección Civil, que normalmente se encarga de las emergencias nacionales y los desastres naturales pero a la que se le ha encargado la organización del encuentro, ha sacado una convocatoria para los barcos en su página web. Las ofertas tienen que hacerse antes del 7 de abril.

El periódico La Repubblica dijo el miércoles que el año pasado se había hecho una convocatoria parecida y que nadie había respondió a ella, por lo que los organizadores podrían tener muchos problemas para encontrar los barcos a tan solo tres meses de la reunión, que se celebra del 8 al 10 de julio.

El MSC Fantasia, un crucero de 333 metros de eslora en el que caben 4.000 pasajeros, acogerá a la mayoría de los jefes de Estado, jefes de gobierno y sus delegaciones.

Pero no está claro si podrá atracar en la isla de La Magdalena, donde se celebra la cumbre, puesto que no hay calado suficiente. En ese caso, los pasajeros tendrían que ser trasladados en ferry o en avión.

Unas 16.000 personas serán contratadas como personal de seguridad, y también han estado buscando barcos.

Los organizadores prevén que el evento lo cubran unos 4.500 periodistas, que estarán en el centro de prensa de Cerdeña a 50 km de la zona del evento.

El director de Protección Civil, Guido Bertolaso, dijo en un comunicado el miércoles que las preparaciones para el acontecimiento se están realizando de la mejor manera posible.

El archipiélago de La Magdalena, que está constituido por siete islas al norte de Cerdeña, es uno de los destinos turísticos de mayor éxito conocido por su costa rocosa y aguas cristalinas. La isla principal, que acogerá el evento, mide 20 kilómetros cuadrados y 13.000 habitantes.

Fue escogido por el Gobierno italiano, que preside el G8 este año, para mantener alejados a los posibles manifestantes y evitar la repetición de los actos violentos que arruinaron la reunión del G-8 en Génova en 2001.