Este artículo se publicó hace 15 años.
Japón vota en unas elecciones que podría ganar la oposición
Por Linda Sieg
Los japoneses votaban el domingo en unas elecciones parlamentarias que podrían terminar con el largo mandato del partido conservador, entregándole a la oposición la tarea de recuperar la economía tras la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
Los sondeos sugieren que el Partido Democrático de Japón (PDJ) podría ganar los comicios a la Cámara Baja por una gran mayoría en una histórica victoria sobre el Partido Liberal Democrático (PLD), que ha gobernado durante más de 50 años, aunque algunos analistas dicen que las predicciones serían excesivas.
Una victoria del PDJ pondría fin a un estancamiento político en el Parlamento. Desde 2007 ya controla con sus aliados la Cámara Alta, que aunque tiene menos competencias les ha permitido retrasar leyes importantes.
"No me gusta lo que está pasando ahora en este país. Las cosas tienen que cambiar", dijo Kazuya Tsuda, médico jubilado de 78 años que votó por el Partido Democrático en Tokio.
"No creo que los Demócratas puedan hacer todo lo que han prometido en su programa, pero debería ser mejor que la actual situación política bajo el PLD", agregó.
El líder del Partido Democrático, Yukio Hatoyama, de 62 años y nieto de un ex primer ministro, dijo el sábado a los votantes que la elección cambiaría la historia de Japón.
"Esta es una elección para elegir si los votantes pueden reunir el valor para dejar atrás la política antigua", declaró.
Los medios japoneses anunciarán los resultados de sondeos a pie de urna después del fin de la votación, a la 20:00 hora local (11:00 GMT). Posteriormente, emitirán más proyecciones basándose en los recuentos parciales de votos.
A las 16:00 hora local (07:00 GMT), la participación alcanzaba un 41,83 por ciento, informó el Ministerio de Asuntos Internos, ligeramente menor a la de los comicios de 2005, cuando los votantes dieron una enorme victoria al carismático Junichiro Koizumi, del PLD.
CAMBIOS
La oposición han prometido centrar el gasto en los hogares, con subvenciones por hijos y ayudas a los agricultores, además de arrebatar el control político a los burócratas, que a menudo son culpados por el fracaso de Japón en afrontar cuestiones como un sistema de pensiones en problemas.
El partido quiere además forjar una postura diplomática más independiente respecto a su aliado clave en seguridad, Estados Unidos, mejorando las relaciones con Asia, frecuentemente tensas por los amargos recuerdos de la Segunda Guerra Mundial.
"Parece que los demócratas sólo están diciendo lo que la gente quiere oír, pero no estoy seguro de que puedan cumplir sus promesas", dijo Taku Yamada, funcionario del sector sanitario de 30 años que votó por el PLD.
"Creo que necesitamos darle otros cuatro años al PLD para ver que sus políticas tengan efecto antes de buscar un cambio", agregó.
Los analistas temen que los planes de gastos de los demócratas, una mezcla de antiguos miembros del PLD, ex socialistas y conservadores jóvenes fundado en 1998, aumente la enorme deuda pública de Japón y haga subir el rendimiento de los bonos del Gobierno.
El partido ha prometido que no aumentará en cuatro años el impuesto a las ventas, del cinco por ciento, mientras se centra en recortar el gasto innecesario y abordar problemas como la reducción y envejecimiento de la población.
Japón está envejeciendo más rápidamente que ningún otro país desarrollado, aumentando los costes sociales. Más de un 25 por ciento de los japoneses tendrá más de 64 años en 2015.
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