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Jorge Sanz regresa a los escenarios madrileños con "Descalzos por el parque"

EFE

Jorge Sanz regresa a los escenarios madrileños con "Descalzos en el parque", la inmortal comedia romántica de Neil Simon que recoge con sutil ironía los avatares de una pareja de recién casados cuya relación amorosa se sustenta en el contraste de sus personalidades bajo adaptación de Pep Antón Gómez.

Es precisamente esa ironía "con un barniz de elegancia propio de las comedias de los años 60" el mayor atractivo que ha encontrado Jorge Sanz en este personaje que en el cine encarnó Robert Redford, explicó hoy el actor a los medios de comunicación antes de estrenar mañana en el madrileño Teatro Lara, tras girar este verano por varias ciudades españolas.

Para el protagonista de filmes como "Belle epoque" o "Amantes" este montaje supone su cuarta incursión en el mundo del teatro y la segunda con Pep Antón Gómez, encargado de la dirección y adaptación de "Descalzos en el parque" y que ya coincidiera con Sanz como autor de la comedia "Hijos de mamá" en 2005.

"Descalzos en el parque", que en 2008 cumple 45 años de éxito teatral, es para Pep Antón Giménez "la obra que todo director ha querido montar en algún momento. Uno de los pocos clásicos contemporáneos que no necesita de grandes adaptaciones ya que se defiende por sí sola", apuntó el dramaturgo y director de escena.

Por ello apenas existen modificaciones con respecto al texto original más allá de extraer ciertas localizaciones y refrescar el lenguaje de la obra "para hacerlo algo más accesible al público de hoy", que puede identificarse sin problemas con esta pareja de recién casados, de personalidades opuestas, que intentan amoldarse a su nueva y no tan idílica vida en un mini-piso.

Rosa Boladeras interpreta a la enérgica esposa del apacible abogado protagonista en un personaje que en su día dio vida Jane Fonda en la versión cinematográfica de "Descalzos por el parque" (1967), que llevó al cine por Gene Saks, quien también recreó en celuloide "La extraña pareja" protagonista de otro de los textos de Neil Simon.

Simon, imprescindible en la dramaturgia estadounidense desde la década de los 60 y uno de los valores más rentables de Broadway desde entonces, "supo mostrar la humanidad de estos dos personajes con una delicadeza ejemplar", destacó Pep Antón Gómez, habituado a llevar a los escenarios "un tipo de comedia mucho más negra, incluso salvaje".

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