Este artículo se publicó hace 15 años.
Josef Fritzl, el austríaco acusado de incesto, va a juicio
El bloque de viviendas de cemento donde el austríaco Josef Fritzl escondió y abusó de su hija durante 24 años no tiene nada de diferente al resto, a no ser por un descolorido cartel de "No pase" que la policía colgó en la puerta trasera.
El jardín de al lado está lleno de juguetes abandonados y un quebradizo árbol de Navidad. Las ventanas delanteras están decoradas con dibujos de niños de las otras familias que aún viven ahí.
Fritzl, de 73 años, que tuvo siete niños con su propia hija Elisabeth en un sótano insonorizado que él construyó, será juzgado el 16 de marzo acusado de crímenes que llenaron de vergüenza y repulsión a toda Austria.
Está acusado del asesinato de un niño que murió poco después de nacer en el sótano, violación y esclavitud de Elisabeth y de encarcelarla la mayor parte de su vida adulta y a tres de sus hijos desde que nacieron.
De acuerdo a su abogado, Fritzl rechazará la acusación de asesinato en su juicio en St. Poelten, cerca de Viena, pero se declarará culpable de casi todos los otros cargos.
Fritzl dijo a su esposa y vecinos que Elisabeth había huido para unirse a una secta y la obligó a escribir cartas pidiendo que no la buscaran.
"Me he preguntado muchas veces desde cuándo era posible que él hubiera ocultado lo que hizo durante 24 años", dijo Regina Schoeller, haciendo una pausa mientras acomodaba unos estantes en una pequeña tienda al otro lado de la calle donde vivió Fritzl hasta el pasado abril, cuando sus crímenes salieron a la luz.
"Era un hombre con dos caras, una amigable y otra malvada", añadió.
El caso de Fritzl se conoció dos años después de que la joven austríaca Natascha Kampusch escapara de un sótano donde había sido encerrada durante ocho años.
JUICIO POR HOMICIDIO
Los fiscales dijeron que Fritzl era responsable del asesinato de un niño fallecido, porque no buscó ayuda a pesar de saber que la vida del recién nacido estaba en peligro. Quemó el cuerpo del bebé en un horno.
El siguiente cargo por orden de importancia es el de esclavitud de Elisabeth.
"La encerró en la bodega y la hizo totalmente dependiente de él, obligándola a actos sexuales y tratándola como si fuera de su propiedad", dice la hoja de cargos.
Una evaluación psiquiátrica en octubre mostró que Fritzl era apto para ir a juicio y era consciente de sus acciones durante el período de 24 años, a pesar de un desorden de personalidad severo.
Su abogado dice que su cliente no es un "monstruo sexual", pero cree que pasará el resto de su vida entre rejas.
Tres de los niños que nacieron en el sótano fueron criados por Fritzl y su esposa Rosemarie, ya que mintió diciendo que Elisabeth los había abandonado.
El caso quedó al descubierto cuado una de los tres hijos que nunca había visto la luz del día, Kerstin de 19 años, fue llevada por Fritzl al hospital.
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