El último conflicto entre Israel y el Líbano ha comenzado. Liraz Liberti es un joven teniente sin experiencia que tiene a su cargo a otros 13 hombres de su edad. Su deber es ocupar Beaufort, una montaña de los enemigos y hacer de ella su campamento base. Lo consiguen, pero a un precio elevado: el lugar se convierte en su vida. Allí, mientras no sucede nada, comparten recuerdos.

Este es el planteamiento de la novela Beaufort del israelí Ron Leshem (Hebrón, 1976), publicada en su país en 2005, traducida a 22 idiomas tras su brutal éxito, y adaptada al cine en 2007. Una historia, relató el escritor ayer a Público, con la que quiso mostrar 'cómo se podía sentir un soldado cuando es aún un adolescente'.

El protagonista, Liberti, desarrolla todas las experiencias que el escritor no vivió durante la guerra. 'No, yo viví siempre en Tel Aviv como un europeo, con una educación muy liberal', explicó. Por eso tenía la necesidad de, sin hacer ningún tipo de alusión al heroísmo, recrear una historia 'que hablara del fin de la existencia'. Porque al final esa montaña no dará ningún tipo de fruto. 'Todo muere en ese lugar'.

Contada a modo de diario, con un estilo crudo, pero con bastante encanto, según la crítica de The New York Times, la novela desnuda la postura actual de los jóvenes ante el conflicto con Palestina. Para Leshem la palabra 'apatía' lo resume todo. 'Los jóvenes pasan de la guerra. Lo único que les interesa es ir a las discotecas. Y eso es porque creen que las cosas no van a cambiar', afirmó.

Y él, ¿qué piensa? Leshem se define como pacifista, cree que lo interesante es el diálogo, y le molesta que otros países, como España, tengan una visión negativa de su país. Pero tiene sus condiciones: 'Estamos rodeados de países que matan a las mujeres por adulterio, que matan a los gays... Con Hamas y los fundamentalistas es imposible hablar'. Aún así reinvidica su novela como un 'texto bélico antirradical'.