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Joyas y pañuelos son los regalos que más recibe la presidenta de Argentina

EFE

Los pañuelos y las joyas son los regalos protocolarios que más ha recibido Cristina Fernández, inclusive en sus épocas de primera dama, antes de convertirse en la primera mujer elegida presidenta de Argentina.

Según un informe publicado hoy por el diario local La Nación, la mandataria comenzó a acumular obsequios durante el gobierno de su esposo, Néstor Kirchner (2003-2007), cuando también ocupaba un escaño en el Senado.

Entre quienes decidieron llevarle como presente un pañuelo de seda a Fernández, de 54 años, figuran el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y directivos de Marsans, el grupo turístico español que controla Aerolíneas Argentinas.

Ya como presidenta, cargo que asumió el 10 de diciembre último, recibió dos joyas que le regalaron el actor español Antonio Banderas y su esposa, la estadounidense, Melanie Griffith, en una reciente visita a Buenos Aires.

Poco después, el presidente de Bolivia, Evo Morales, le obsequió a Fernández un collar y un par de aros de plata antes de firmar un acuerdo energético bilateral en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino.

En la nómina de presentes publicada por La Nación también figuran un libro sobre Napoleón regalado por el ex canciller francés Dominique de Villepin y una camiseta de "Los Pumas", como se conoce a la selección argentina de rugby, firmada por todos los jugadores del equipo.

Mucho más modesto fue el socialista Hermes Binner, gobernador de la central provincia de Santa Fe, quien recientemente acudió a una audiencia con Fernández con una caja de alfajores, un popular dulce argentino compuesto por dos galletas rellenas de dulce de leche o jalea de frutas y bañadas en chocolate o cobertura de azúcar.

El artículo de La Nación también advierte que en Argentina no hay registro alguno sobre los regalos que reciben los presidentes a pesar de que la Ley de Ética Pública, que rige desde 1999, así lo exige por tratarse de patrimonio del Estado.

El organismo encargado de llevar a cabo ese trabajo es la Oficina Anticorrupción, pero al ser consultados por el periódico sus voceros negaron tener esa competencia y apuntaron a la Casa Rosada.

La ley que regula el ejercicio de la ética de los funcionarios públicos establece que éstos "no podrán recibir regalos, obsequios o donaciones, sean de cosas, servicios o bienes, con motivo o en ocasión del desempeño de sus funciones".

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