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Juan José Campanella afirma ser víctima de envidias tras el Óscar

EFE

El cineasta argentino Juan José Campanella aseguró a Efe que es víctima de muchas envidias tras la estatuilla obtenida por su filme "El secreto de sus ojos" en la pasada gala de los Óscar, hasta el punto de que a algunos "ya les cae como baba".

Campanella, de 50 años, confesó que ha notado "mucho" como su éxito en Hollywood ha generado comentarios anónimos en su contra en internet y también entre algunos compañeros de profesión.

"Eso molesta, porque los blogs pueden ser de una crueldad que no tiene límite, tremenda. Y, después, también algunos colegas pero eso, por suerte, muy poquitos. Los críticos de antes han recrudecido... ya les cae como baba", afirmó el realizador.

Poco más de un mes después del triunfo de "El secreto de sus ojos" en los Óscar, que se alzó con el galardón de Mejor película extranjera, Campanella regresó a Los Ángeles para promocionar el desembarco en los cines del filme, que se distribuirá en al menos 50 ciudades del país a partir de este viernes.

El director explicó que originalmente la cinta iba a ser proyectada solamente en 12 localidades pero gracias al Óscar la distribución se multiplicó, si bien no ocultó su frustración por el hecho de que no llegará a las grandes salas del país.

"Me desentusiasma cuando una película va al circuito de cine arte. Acá hay una limitación muy grande con subtítulos y eso convierte a la película más popular, a Torrente, en una de arte", comentó Campanella, que estimó que el estudio entendería como un éxito si la producción recauda 1 millón de dólares en EE.UU.

Para su propia carrera, no obstante, el revulsivo que supuso el premio de Hollywood fue menor.

"Nadie te manda una oferta porque ganaste el Óscar", señaló. "No es un gran cambio en la vida, es un paso adelante", dijo Campanella que sueña ahora con llevar a cabo proyectos que antes consideraba fuera de su alcance.

"Tengo uno para EE.UU. desde hace 20 años y que me era imposible, no podía ni hablar con la gente y ahora (tras el Óscar) por lo menos hablan. Sería para realizarlo en EE.UU., en inglés, porque está basado en una novela americana que leí en el año 1989. Quiero conseguir los derechos (de la obra) y ver qué puedo hacer con ella", declaró.

El cineasta reconoció que desde la ceremonia de los Óscar no ha tenido tiempo aún para pararse y tomar "un cafecito mirando la calle" y declaró sentirse "cansado" ya que justo tras recoger el premio viajó a Argentina donde estuvo trabajando en varias películas que tiene en marcha al tiempo que lidiaba con las celebraciones.

"Lo de Argentina fue bastante fuerte, nunca me había pasado. Había como una efervescencia y me sentía como si fuera Paul McCartney caminando por la calle", bromeó, aunque matizó que no hubo "triunfalismos".

"Creo que lo han puesto en el lugar justo, nadie percibe esto como que de repente somos todos genios o que el cine argentino se va a ver en todo el mundo", explicó el director, que dejó la estatuilla en una "mesita del living" y no paró de recibir visitas, como si hubiera tenido un bebé.

"Todos quieren la foto", dijo Campanella que destacó como anécdota en su viaje de vuelta a Argentina que los empleados del aeropuerto de Miami encargados de los detectores de metales le hicieron sacar el Óscar de la maleta para retratarse con él.

El próximo proyecto del realizador lleva por nombre "Metegol" ("Futbolín", para España), una película animada en 3D, una tecnología que le apasiona desde que vio en 1995 "Wings of Courage", la primera producción de ficción de acción real distribuida en tres dimensiones en una sala IMAX.

"Me gusta mucho el 3D y me parece que es más potente en las cosas íntimas (que en las escenas espectaculares) porque parece que estás sentado en el escenario de un teatro con los actores", señaló Campanella quien cree que "dentro de 10 años hacer una película en 2D va a ser una decisión creativa, como hoy es el blanco y negro".

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